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Partido: 01-07-1923

Domingo, 1 de julio de 1923

 

  • REAL VIGO
  • MARINO F. C.

 

2 - 1. Un partido fuerte. Creemos, que nuestros amigos opinaran como nosotros en que el partido de hoy domingo ha sido una jornada donde se puso de manifiesto la dureza de los "teams" contendientes, que haciendo alardes de sus impulsos llenos de potencia, procuraron hacerse fuertes el uno ante la avalancha del otro, dando al envite del contrario el soberano "órdago" de un entusiasmo muy arraigado, y en el que confiaba, más que en nada la masa más importante de los aficionados de Gran Canaria.

Y es de notar, que en la jornada deportiva anterior, como jugadores de foot-ball nos hemos colocado en un buen sitio. En el sitio correspondiente a todo equipo formado por muchachos llenos de juventud, que sienten una intensa afición por ese juego tan bonito, en el que somos, los españoles los que formamos la cumbre. El "Marino", que durante toda la tarde desarrolló un juego un tanto desacertado, debido sin duda al desconcierto que siempre produce verse ante un enemigo más avezado a luchas de esta clase, más acostumbrado a poner en el deporte toda la resistencia física, no quedó por eso empequeñecido. Si en general el juego careció de esa limpieza que tanto embellece la actuación deportiva, no por eso dejamos de aplaudir jugadas llenas de interés y verdaderas manifestaciones del vigor de los nuestros, muchachos animosos que tan alto han sabido colocarse.

No es cuestión de discutir ahora, en estos momentos en que esta aún latente el sentimiento de esa masa popular que da siempre cierto empuje al equipo de Las Palmas, si el "team" forastero consiguió la victoria gracias a un goal marcado en "off-side". No queremos comentar eso, porque hemos creído en todas las ocasiones, que el fallo de un árbitro, supremo juez en el campo, tiene o debe tener toda la autoridad que le da su cargo. Opinar sobre si era o no era "off-side", eso queda para nosotros, puesto que el  hacer público nuestro criterio, sería dar origen a manifestaciones nada halagüeñas para los que procuramos reseñar, ajustándonos por entero a la verdadera realidad, a lo que esencialmente constituye la actuación de los jugadores en el campo de juego.

El resultado del partido fue verdaderamente glorioso para los nuestros. Y fue glorioso, porque ya se había dicho, y se venía insistiendo al notar la derrota del equipo del Puerto, que el "Marino" sería el que peor iba a quedar frente a los vigueses, sucediendo todo lo contrario, El "team" de Las Palmas dio la sensación de tener una fortaleza muy grande, e ir impulsado por los entusiasmos propios de los que (no lo negamos a lo "equipiers" de los otros teams) saben que tras ellos hay un sentimiento popular que puede acrecentarse con el calor de una victoria, y condolerse con la vergüenza de una derrota que fuera un desastre demasiado sentido.

Hacer una reseña minuciosa es tarea excesivamente pesada y difícil. Queremos concretarnos a reseñar en líneas generales lo acontecido en esta tarde dominguera en el Campo de Deportes España.

La aglomeración de público era tal, que se hacía muy difícil la entrada en el terreno de juego. Se calcula, que durante el encuentro ocuparon las gradas y sillas unas doce mil personas.

La tarde era estupenda.

Empezó el juego y el público desde los primeros momentos empezó a vocear, creyendo animar con ello a los jugadores que empezaron su actuación, por ambas partes, desarrollando un bonito juego de pases, muy movido.

En la primera arrancada, Miguel Gil lanza a goal, sin que haya resultado alguno. La línea delantera del "Vigo" logra completar una jugada colocándose Pinilla para recoger el balón, después de una falta tirada contra el "Marino" y consiguiendo apuntarse el primer tanto de la tarde.

No hay dominio en ninguno de los equipos contrincantes. El balón de una parte del campo a otra, corriéndolo muy bien los vigueses, y no menos los locales que ponen gran entusiasmo en crecerse. El juego se hace algo duro, sucediéndose los encontronazos, lo que hace que el público - ese público partidista y apasionado incite la acometividad y hasta el ataque "al hombre" con palabras groseras que menudean para los forasteros.

Y eso no está bien, justo es, que se haga manifestación del arraigo, del sentimiento que nos ha de distinguir en encuentros de esta clase, pero las palabras groseras y agresivas deben desterrarse por completo, en la consideración de que, los que están en el campo no son ni más ni menos decentes que nosotros. Y en este caso, siquiera por la corrección de la que debiéramos hacer gala con la gente de fuera, debieron suprimirse toda clase de calificativos respecto a los jugadores, pues el hacer uso de ellos no es otra cosa que una cobardía.

Cuando Andrés Pérez recogió un pase de Paco Curbelo y lanzó a puerta, consiguiendo un tanto magnífico, la ovación que se tributó al "Marino" es indescriptible. El público puesto en pie hizo que la ovación se prologase hasta que se reanudó el juego.

No hay en el "Vigo" un cambio de actuación ante el goal del "Marino". Con la misma pasividad, propia de la que tiene seguridad completa en su juego y en su fortaleza, continúa todo el equipo desarrollando bonitas jugadas. Pinilla, que se coloca, por excesiva codicia en marcar tantos, varias veces en "off-side", parece infatigable. Ramón González, dribla admirablemente y pasa con gran acierto el balón a sus compañeros. Las situaciones emocionantes se suceden durante unos momentos en que se juega en terreno del "Marino". Consiguen estos despejar la situación, desbaratando los avances tan preciosos de los vigueses, que muy bien colocados van agobiando a sus contrarios, que poco a poco dan muestras de fatigas. Son castigados los del "Real" en dos faltas, que tiradas hacen que la situación sea crítica para su puerta. Se luce el guardameta que para muy bien.

Al poco rato se castiga también con falta al "Marino". Recoge Pinilla la pelota y driblando consigue colocarse en el terreno de peligro. Lanza a goal, y el balón entra en la red.

El árbitro da por válido el tanto, a pesar de la afirmación del público y algunos jugadores que creen que se trata de un "off-side"...

Arranca el "Marino", codicioso, y hace que de nuevo se luzca, con una magnífica parada el portero del "Real".

Pinilla pone en peligro la puerta del "Marino", cuyos defensas lanzan el balón a medio campo, iniciándose la consiguiente contraofensiva en la que se distingue muchos en la línea delantera del equipo local.

Poco tiempo después se da por terminada la primera parte.

La segunda no merece muy extenso comentario. El equipo de fuera que como ya decimos esta muy avezado a los encuentros de esta clase dio pruebas de su gran energía, superando en juego, más marcadamente en este segundo tiempo, al equipo de Las Palmas que parecía concretarse a mantenerse a la ofensiva, si bien algunas veces llevaba su empuje hasta el área de defensas contrarios.

Todo lo que la primera parte tuvo de interesante, de juego movido y arrollador por ambos equipos, en la segunda lo tuvo de apático. Poco tuvimos que aplaudir. El público se dio cuenta del encuentro ya había pasado, por lo que algunos de los concurrentes abandonaron el campo.

Y así terminó la partida.

El "Marino" solicitó con insistencia al "Real Vigo" la revancha. Los forasteros no se aprestaron a dicha solicitud, sin que en su descargo se pueda alegar motivos justificados, ya que continuaron actuando en el Campo de deportes España hasta completar los seis partidos de compromiso.