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Solicitud de revancha

 Solicitud de "REVANCHA"

EL CELEBRE PARTIDO DE LAS TRESCIENTAS PESETAS 

 

..."La "rasquera" del equipo blanquiazul les llevó a solicitar la "revancha" en innumerables ocasiones, nada fácil para obtenerla, pues los victoristas siempre le contestaban poniéndoles obstáculos. Pero como dice el dicho: tanto va el cántaro a la fuente... que al fin lo consiguió.

¡Ojo! La cosa quedo apalabrada a que, el vencedor de dos encuentros consecutivos obtuviese el premio de 600 pesetas. Esta cantidad se formó aportando cada equipo la cantidad de 300 pesetas. Al "Marino" reunir esta cantidad de trescientas pesetas les costó sudores y lagrimas (¡Señores! La cantidad de 300 pesetas era una suma respetable en aquella época). Gracias al establecimiento de una suscripción de una peseta, y a la colaboración de seguidores, simpatizantes y jugadores pudieron reunirlas. ¡Todo fuese por la "revancha"!

Ambos conjuntos se han sometido a unos duros entrenamientos. El "Victoria" presentaba el mismo "team" que salió victorioso en la lid anterior. Mientras que el "Marino", a pesar de que su actuación fue bastante buena, modificó un poco sus líneas.

Como preliminar se comentaba. Los "teams" están a tope de revoluciones de cara a la contienda del próximo partido entre el "Victoria" y "Marino". Los "piques" están a la orden del día.

La confrontación el domingo, dieciséis de noviembre de 1912, en el campo porteño del "Rompeolas" será la primera prueba de fuego para dos cuadros que deben demostrar mantener el mismo nivel de intensidad de las recientes contiendas

Mucho más tarde se diría que de estas confrontaciones fue el nacimiento de una buena entendida rivalidad balompédica entre los conjuntos del "Victoria" y "Marino".

No se podía fallar. Por fin llegó el día tan esperado por los simpatizantes..." 

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 PREOCUPACIONES

Preocupaciones. Eran las tres de la tarde del domingo dieciséis de noviembre de 1912. Con paso sobradamente tardo, cual si temiéramos llegar, íbamos con dirección al campo del "Rompeolas", lugar elegido para efectuar la partida concertada entre los clubes "Marino" y "Victoria".

Como todo el mundo tiene su término, tuvolo, bien a pesar nuestro, nuestra caminata. Y llegamos al campo cuando ya este rebosaba gente por sus cuatro costados. El aspecto que presentaba, era sencillamente admirable, deslumbrador. Ello quizás, influyó mucho para que nuestra preocupación cediera un tanto.

Y que esta nuestra preocupación tenía su razón de ser, vamos a demostrarlo: Desde hacia días, habían circulado rumores, que luego nos fueron confirmados. Entre ambos "Clubes" se había cruzado una apuesta de trescientas pesetas. Cuando lo supimos, a ciencia cierta, no fuimos dueños de contener un movimiento de indignación, y pensamos: El foot-ball, se nos va, ha empezado a metalizarse y ese es el camino más propio y rápido para concluir con él, para matar todo entusiasmo, toda afición. Lo mismo, exactamente lo mismo, ha sucedido con las carreras de caballos, las regatas de botes y las clásicas luchadas. ¡Foot-bollistas, no metalicemos el sport!

No era sin embargo esto sólo lo que nos tenía y hacia estar preocupados, había aún algo más. Se nos dijo, que con el "Marino", iría el antiguo "guardameta", nuestro entrañable amigo Francisco González. Este veterano del foot-ball, salía de nuevo al campo deportivo, con ánimo de conquistar nuevos laureles que añadir, a los ya ganados en buena y honrosa lid. ¿Se frustraría su intento, al par que nuestras esperanzas? ¿Volvería de la lucha vencido, maltrecho?

Los equipos. Eran estos los dos primeros, de los clubes ya nombrados. La reputación de excelentes jugadores, que merecidamente tienen conquistada, nos ahorra el trabajo de hablar particularmente de ellos; nos limitaremos por tanto, a transcribir sus nombres. Jugaban por el MARINO:

Paco González; Eliseo Ojeda; Agustín Jiménez; León García, Miguel Rosa, Francisco Sánchez; Matías Miranda, Fabián Curbelo, José Cabrera, Pedro Curbelo y Juan Pérez.

Y por el VICTORIA:

Francisco Rivero; Francisco Jorge, José Prada; Manuel García, Antonio Godoy, José Santana; Rafael García, Juan Marrero, Pepe Gonçalvez, Florencio Antúnez y Francisco Santana.