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Iberia - Marino

 Domingo, 31 de enero de 1943

 CAMPEONATO DE CANARIAS

 C. D. IBERIA  <>  MARINO F. C.

 

MARINO F. C. campeón de Canarias

En el segundo partido de eliminatoria derrotó inesperadamente al Iberia, en el Campo del Tenerife

---------- EL ENCUENTRO ------------

Los azules impusieron su mayor superioridad, venciendo justa y merecidamente a los del Toscal

Polo y Jerez, marcaron los tantos del triunfo azul, pero lo más destacado del conjunto fue la labor de la línea media. El Iberia, en una tarde gris, no ofreció grandes dificultades para batirle, fallando, incluso, su gran sistema defensivo

La verdad, sin rodeos ni amaños, era que había motivos más que suficientes y bien razonados para sospechar que el encuentro de Campeones Marino - Iberia, iba a tener en su segunda edición, una tónica de claro color blanquinegro. Porque los muchachos del Toscal habían sacado un empate en la propia guarida marinista y abordaban la lucha con la ventaja del campo propio, ambiente y cuantas cosas más son siempre, patentes de sustos para el visitante.

El Marino, con el pronóstico general en contra, vino a Tenerife con una fe ciega, con muchos ánimos recios, firmes y difícilmente derrumbables. Y lo que se ha dado en llamarse "resultado sorpresa" y otros calificativos por el estilo pudo apreciarse desde el comienzo, porque los azules impusieron su mayor superioridad, venciendo justa y merecidamente y salvando todos los obstáculos que le oponían en el paso hacia el marcador de la victoria.

MinguinePero no vaya a creer el lector, que el Marino bordó sobre el campo tinerfeño un fútbol de oro o que realizó una conjuntiva labor exhibionista. Nada de esto. Luchó sin intermitencia comenzado y terminando magníficamente con la misma tesitura en lo que, a amor propio y moral se refiera. Jamás se dejó entrever en el cuadro una ráfaga de desfallecimiento. Más la clase en sus combinaciones, fue escasa, no dando nunca sensación de calidad

Quizás influyó en esto la deslavazada labor de los interiores. Jerez creaba sus avances en el centro del campo, pero se desprendía con prontitud del balón cerca de la meta. Únase a esto su visible agotamiento, tras el descanso. Polo no daba mucho al otro lado. Ciertas miajas de apatía en algunas fases y bastante pesado y rígido. Se rompía también la línea por el centro, donde Rodríguez, torpe e indeciso constituía el punto más flojo del equipo. Alguien expresaba a nuestro lado su extrañeza de que a Memé se le tenga arrinconado en la reserva, cuando lógicamente cabe pensar que encajaría a las mil maravillas en este ataque, donde hace falta un hombre que le suelte en el pase a las alas y dirija la línea con exactitud y ciencia.

Sanabria y Minguine son buenos extremos lo sabemos. Pero aquí no rindieron esta vez, cuanto de ellos se esperaba, aunque fueron desde luego lo más certeros de la delantera azulada.

Queda ya expuesta nuestra impresión sobre la línea de ataque del Marino. Con mayor compenetración y acierto, sobre todo en el trío central hubieran obtenido un resultado mayor.

Durante la primera fase, lucharon con el inconveniente de la mala táctica que empleaban los medios, elevando el balón con exceso. Luego no cabían disculpas, porque Campos imponía el juego raso y tanto Farías como Bartolo le secundaban con extraordinario acierto. Era una fuente alimentadora la medular, pero nunca llegaba a encontrar, la natural colaboración a sus esfuerzos en la vanguardia.

Al imponerse serena y reposadamente la media del Marino, se desinfló completamente el Iberia. Es decir, que Farías, Campos y Bartolo fueron - sin dudarlo - el trío artífice del triunfo. De los tres, entresaquemos al medio centro, con una labor de mucha eficacia. Tanto Bartolo como Farías fueron excelentes colaboradores de Campos.

Quien nos gustó mucho en la defensa fue Ramos. Recordamos haberle visto algunos encuentros magníficos, pero como el de este partido ninguno. Se impuso desde el primer instante como amo del terreno que pisaba, siempre tenaz en destruir lo que los adversarios se proponían dentro del área. Pérez tan solo regular. Despejó muchos balones, batiéndose con coraje, pero tuvo algunas pifias y descolocaciones bien claras.

Cristóbal nos resultó un buen meta. Teníamos verdaderos deseos de verle actuar y la impresión que nos causó no ha podido ser mejor. ¡Aquella estirada felina el remate de Diego, ya la podría rubricar cualquier portero de campanillas!

La mala actuación del Iberia tuvo dos causas. Fue la primera la manifiesta fragilidad de los medios a los que nunca les salía nada a derechas. Por nerviosismo o por lo que sea, los tres naufragaron casi siempre en el mar de la vulgaridad, pese al entusiasmo y coraje con que siempre batallaron. Esto, que les ha salvado del palmetazo de la crítica en otras ocasiones, no fue en este encuentro suficiente. Porque de antemano estaba previsto que la medular que impusiera primero su táctica, encarrilaría el encuentro a su equipo. Y Cabrera, Chano y Gutiérrez, nunca intentaron mejorar su juego alocado y lleno de incoherencias con medios así, no podía ganarse un encuentro.

La segunda causa estriba en la frialdad del ataque. Descontando solo a Diego, quien pese a sus años, que ya llaman a la puerta para anunciarle la retirada, batalló con un entusiasmo digno del mayor encomio, los restantes - Chicote, Enrique, Julio y Teodoro - no hicieron nada de relieve, exagerados en precauciones y sin alma para asaltar el muro que formaban los enérgicos defensas marinistas.

Meta y defensa actuaron en plano mucho más destacable, pese a que Eusebio no estuvo en la vena de aciertos de otros encuentros. Rafa, siempre ágil, salvó algunos balonazos difíciles. Concepción, bien en el primer tiempo.

No sonreía la multitud al salir del Estadio. Había tanta confianza con el Iberia en esta espléndida mañana de enero, que al final resultó lo que ya exponíamos antes. Equivocada creencia cuando se cuentan los triunfos de antemano. No hay nada más peligroso para el favorito que exagerar sus posibilidades. Porque a veces de nada sirven - como esta vez - el valor del ambiente y campo propio.

El partido contrarreloj

Registra el estadio un entradón imponente, cuando los equipos surgen en el terreno de juego. Sale primero el Marino que es recibido con grandes aplausos. Lo hace luego el Iberia y una ovación ensordecedora nace en la masa de público que archillena las gradas. Después se presentó el árbitro Ferrera Ferraz, del Colegio de Las Palmas, quien sortea con los capitanes Campos y Chicote, los terrenos. Escoge el Iberia y se enfrentan los quipos del siguiente modo.

ChanoAntes de comenzar a rodar la bola, hacen acto de presencia en el campo el Secretario de la Federación de Fútbol de Las Palmas, camarada Vicente Martínez y el Delegado de la Federación tinerfeña, que proceden a entregar a Iberia el trofeo de Campeón de Tenerife; conquistado en la última competición. La entrega del trofeo la efectúa el representante de Las Palmas como una prueba más de la gran cordialidad que existe entre las dos Federaciones.

Primer tiempo

El Marino pone el balón en juego y su avance es detenido por los medios adversarios. Sale la pelota fuera y lanzado el saque, escapa el Iberia aproximándose a la meta marinista, que recibe el primer susto con un tiro angulado de Diego que Cristóbal salva a córner en una soberbia intervención, casi "aérea".

Inmediatamente avanza el Marino y su avance preciso se pierde a los pies de Rodríguez al no acertar el remate oportuno.

Sigue un peloteo insulso en el centro del campo. Los iberistas sin embargo, consiguen hacerse más peligrosos en estos momentos, registrándose un remate alto de Enrique y un cabezazo inocente de Chicote, que bloca Cristóbal con facilidad.

Ambos equipos atacan embarulladamente y las líneas de medios no aciertan a bajar el balón, desarrollándose un "concurso" de bolear. De esta forma, los delanteros se ven muy mal servidos y no hay posibilidad de ver buen juego. El Marino que liga todos sus avances por el ala izquierda, desaprovecha algunas ocasiones claras. Minguine que ha des bordado a Eusebio, tira a gol dos veces, con Rafa en el suelo, que repele los disparos apuradamente. Sanabria que viene sobre la carrera, desperdicia la oportunidad cuando no tenía sino que meter el pie.

Durante mucho rato, las puertas no son atacadas por predominio de juego en mitad del campo y la lucha se enfría, exteriorizando su descontento el público. En esta fase se establece una superioridad evidente de los medios azules. Bartolo esta realizando su cometido con codicia y brío, sobresaliendo en varias ocasiones.

Faltaban doce minutos para el descanso. El Iberia a descendido mucho en el rendimiento como en su primer cuarto de hora y sus ataques han perdido nervio y acierto. La defensa del Marino, segura y bien ayudada por los medios, corta todo intento y Cristóbal se ve libre de disparos.

Surge de pronto una jugada que pone en tensión los nervios de todos. El Marino escapa, Sanabria corre la línea y se interna cediendo a Jerez, quien lanza un remate fortísimo que Rafa desvía a córner "in extremis".

Y hasta el final del primer tiempo, no sucede nada más digno de mención. El Iberia ha tirado cinco córners por tres del Marino.

Segunda parte

Desde los primeros pases de este tiempo se observa que el Marino ha salido con una moral elevadísima y con un juego eficaz equiparable a su moral.

Rafa pasa inmediatamente por algunos peligros. Jerez es el primero que se lo ocasiona, lanzado un zambombazo que, el meta del Toscal, ágil, bloca con serenidad. Poco después, un cambio de Rodríguez a Sanabria termina con un tiro de éste que sale alto.

La media del Marino se impone sobre el campo, lo cual contrasta con la del Iberia que no da una a derechas. Campos, impone el juego raso con sus preciosos y limpios pases y el Iberia cede poco a poco ante el empuje de los azules.

El Marino marca el primer tanto

A los ocho minutos de juego, marca el Marino su primer gol. Estando el balón en mitad del campo, Farías cede a Polo que, tras precisa finta a Cabrera, lanza desde lejos con fuerza y precisión un disparo raso que entra en el marco de Rafa, incontestablemente. El tanto, por su ejecución brillante entusiasma al público que prorrumpe en ovación larga y tendida.

El Marino sigue crecido. Un golpe franco lo saca Farías, despejado por Rafa en salida oportuna. Los iberistas siguen pasando por momentos de apuros. Rafa se prodiga, resolviendo ante el peligro con mucha decisión.

Hay una escapada aislada de Teodoro, que combina la pelota por su ala con Diego para centrar fuerte. Remata Julio de cabeza, pero Cristóbal detiene, bien colocado.

Jerez remacha el triunfo marinista con un nuevo tanto

JerezEn el campo se ha destacado un conjunto superior al adversario. El Marino se ha afianzado y el Iberia va en claro descenso. Los ataques de éste no adquieren consistencia. A ellos se interponen con entereza y acierto, que va en aumento, Ramos y Pérez, los cuales tienen formada una muralla. Por eso, el ataque iberista se ve impotente y sus intentos se estrellan al no tener hueco por donde filtrarse. Además mal repartido por los medios, el juego se recarga al centro y en esta nadie lo aprovecha. En rápido ataque marinista por la izquierda, Rafa bloca un tiro de Minguine, pero el balón se le escapa y va a córner. Lo lanza Sanabria, bien templado y Jerez remata soberbiamente de cabeza, batiendo imparablemente a Rafa. 0-2.

Estalla una ovación merecida desbordándose el público entre los centenares de incondicionales marinistas que asisten al encuentro. Mientras el Iberia decaído, se dispone a poner nuevamente el balón en juego.

A partir de este instante, los interiores marinistas se repliegan un poco y esta táctica facilita algunas reacciones del Iberia que carecen sin embargo de acierto y precisión. Su juego no tiene dirección ninguna y sólo la codicia individual permite ciertos intensivos ataques que no pasan sin embargo de la línea de defensas, porque Diego Ramos, sobre todos, esta haciendo un encuentro enorme.

Ultimas fases del encuentro

El partido toca a su fin. Y la lucha da sensación de que no va a motivar cambio de número en el marcador. A veces algunas acometidas iberistas, adquieren cierta vigorosidad, pero surge de modo imponente la seguridad de Ramos.

Faltan cuatro minutos y Campos cede largo a Minguine que se interna sobre la meta de Rafa, tirando alto. A continuación, se saca un córner sobre el Iberia, que Rafa despeja al fin.

Entonces escapa el Iberia avanzando Teodoro quien centra para que Ramos se luzca en el despeje.

Y llegamos al final. Hay una "melée" ante el marco del Iberia de la que surge un remate alto, exageradamente alto de Polo.

Vuelto el balón al centro, el árbitro señala el final de la lucha entre los Campeones de Tenerife y Las Palmas, que ha adjudicado al Marino con su merecido triunfo, la supremacía del fútbol interregional.

Desfila la gente, con el desencanto reflejado un tanto en el semblante y con la alegría incontenible de los centenares de marinistas que arribaron a Santa Cruz para alentar a su equipo y ayudarle con sus incesantes gritos de aliento a la conquista del triunfo.

Alineaciones:

C. D. Iberia: Rafa; Eusebio, Concepción; Gutiérrez, Cabrera, Chano; Teodoro, Diego, Chicote. Enrique y Julio.

Marino F. C.: Cristóbal; Ramos, Pérez; Farías, Campos, Campos, Sanabria, Polo, Rodríguez, Jerez y Minguine

Impresiones: Después del choque de campeones

En el Estadio del Club Deportivo Tenerife, no quedó un asiento vacío pese a celebrarse el encuentro por la mañana. El barómetro de la afición futbolística va aquí "in cresendo" y amenaza salirse del cristalito. Por eso no es extraño que la Liga se aguarde con fuerte expectación

Transcurridos los primeros cuarenta y cinco minutos de juego  terminada la primera etapa del encuentro el campo era un hervidero de comentarios a la actuación de ambos "onces". En el vestuario del Iberia dominaba la impaciencia. Los muchachos del Toscal habían salido al terreno, seguros de arrollar al Marino y el cariz que luego - en la realidad - habían tornado las cosas, les producía extraordinario nerviosismo.

Avelino Montesinos, el dinámico dirigente iberista, me vino casualmente al palco y cambiamos un breve comentario:

-- Hemos abordado este encuentro con mala suerte, porque Eusebio ha salido resentido de una lesión en un tobillo, que se produjo en los entrenamientos y Diego se encontraba enfermo hasta el viernes. De todas formas, confío en que nuestro ataque profundizara más en el segundo tiempo y quizás logremos inclinar la balanza a nuestro favor.

Y don Cecilio López, una de las figuras destacadas de la dirección azul, opinaba, en cambio, en este sentido.

-- Hay más seguridad en el equipo del Marino, más aplomo, más sensación conjuntiva. Defensas y medios juegan mejor y mantienen a raya los ímpetus iberistas. Seremos los vencedores al final.

Efectivamente. Se impuso el Marino y ganó bien el encuentro.

Al final acudió al vestuario del Marino, donde directivos, jugadores y entusiastas del conjunto visitante, ardían en el júbilo de la victoria.

-- ¿Qué te ha parecido el encuentro preguntamos a Campos?

-- Bien - nos respondió -. Hemos actuado mucho mejor en la segunda fase. El Iberia me ha decepcionado mucho ya que solo el guardameta ha destacado un poco. Los demás muy grises.

Minguine iba a salir. Es tan rápido jugando como vistiéndose. Le abordamos y nos dijo:

-- Poca cosa voy a decirle. Se me pasó alguna oportunidad, pero es que me sentí influenciado por los nervios desde el primer momento. Diego Ramos ha sido para mí el mejor del mismo.

-- Jesús Navarro, el entrenador de los Campeones de Canarias vino a indicarle algo a Minguine y le preguntamos su opinión ante el triunfo.

Pues... diga que en fútbol hay días, como en todo, que marchan las cosas por su canal normal y mandó la lógica. Hoy ha ganado el que jugó mejor. Mis jugadores han actuado bien y superaron abiertamente al Iberia, en el segundo tiempo. El resultado me parece justo y estoy satisfecho de cómo han salido las cosas. Espero que en la Liga marchemos con paso firme en busca de los puestos de honor. A eso vamos.