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Partido: 27-07-1941

Domingo, 27 de julio de 1941

 

  • CLUB VICTORIA
  • R. C. D. ESPAÑOL

 

Otra "golia". Un Victoria dominante "aplasta" a todo un "señor" equipo

6 - 1. ¿Tenemos buenos equipos aún? Por lo que parece, sí. Y la prueba es que al subcampeón de España le hemos batido sin mayor esfuerzo por seis tantos a uno, que ya es obtener un margen elevado sobre un cuadro que tan buena temporada ha realizado durante la competición de la Copa del Generalísimo.

El equipo catalán no llegó a convencer al numeroso público que acudió a presenciar el partido. Hizo un fútbol pobre, falto de ligazón, de energía y de deseos de batir al meta contrario. En su ataque, solo un hombre, Jorge, nos dijo algo de lo que sabe, pero sin enseñarnos nada extraordinario. Sí, pasó bien la pelota, la tiró en un par de ocasiones con cierta intención y puso en apuro la portería de Calvo en diferentes momentos, pero allí estaba una defensa segura y que jugaba con decisión: Marín y Cástulo, dos hombres que no padecieron de los nervios del resto de sus compañeros durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

Los victoristas salieron al campo con muchos nervios. No se los sujetaron a tiempo y jugaron con mucho desacierto. Sin embargo, marcaron tres goles con relativa facilidad y hasta con desacierto. Si en el centro de los medios hubiera estado un hombre de mejor clase que Matías, el marcador alcanza una cifra mayor, teniendo, como es natural, otro hombre decidido al remate y consciente de esta misión, en el ataque. Pero le faltó al Victoria estos dos hombres y no pudieron elevar el número de tantos al que en verdad debieron. Quizá una decena se pudo lograr.

La impresión que nos causó el encuentro fue a ambos clubes, mediana. No dio el Español el rendimiento que esperábamos de un cuadro que tan buena actuación ha tenido en la Copa del Generalísimo. Jugó con desgana y sin mayor interés en la lucha. Bien es verdad que se presentó con la falta de su defensa titular, Teruel-Pérez, y de su medio centro, Rovira, que disminuían la potencia del equipo, pero esos "inconvenientes" de no alinear a los titulares, tienen como consecuencia el que se le derrote por un tanteo muy elevado, y, la verdad, nosotros no tenemos la culpa de ello. Únicamente decimos que si los nuestros salen hoy al campo con los nervios sueltos y con alegría, dispuestos a hacer de las suyas, como están acostumbrados, el grupo catalán hubiera sufrido una derrota mayor.

A las cinco menos cuarto, Juan García dio la señal de comenzar. Los españolistas pusieron en juego el balón, que fue de primera arrancada a la meta victorista, sin que se produjera ninguna jugada de emoción. Siguió después una serie de jugadas en el centro del terreno, donde observamos nervios, muchos nervios en los blanquinegros, pero se animan y sacan tres córners, sin importancia. Después, a las cinco y diez, Corona, que se hallaba desmarcado marcó el primer tanto de un tiro fuerte. Se produjo una ola de entusiasmo en el público, pues antes habíamos perdido dos ocasiones de entrar la pelota en la meta de Ibarra.

Ocho minutos después, Pacuco centró un balón alto, que Elías, defensa españolista, al tratar de despejar, envió a su propia portería. Y siete minutos más tarde, Déniz dio con la cabeza a un balón bombeado que trató de alejar un medio catalán, enviándolo a las mallas.

Y con este resultado de tres-cero, terminó la primera parte. En la segunda, en el club visitante se operan cambios. Fábregas, defensa, pasó al centro de los medios, cubriendo su puesto Matamala. Cuando llevábamos quince minutos de juego, Pacuco centró largo un balón que recogió Corona y mandó a la red. Diez minutos después de éste, Mas, extremo izquierda del Español, hizo el tanto de honor de su cuadro, al rematar un balón cruzado que Calvo no pudo detener, por estar mal colocado.

Marín es sustituido por Pacuco Jorge, quien a los ocho minutos del anterior tanto españolista, marca el quinto gol victorista. Sabina, que sustituyó a Déniz, logró el sexto y último, minutos antes de terminar el partido.

Terminó al fin el partido, que Juan García dirigió sin dificultades y con acierto.

Los cuadros se alinearon así:

Español: Ibarra; Elías, Fábregas; Arasa, Matamala, Llimós; Macala, Jorge, Chas, Oliva y Más.

Victoria: Calvo; Marín, Cástulo; Castillo, Matías, López; Pacuco, Mentado, Marín, Déniz, Coronas.