Domingo, 17 de abril de 1932
REAL BETIS BALOMPIE
CLUB DEPORTIVO TENERIFE
En el segundo partido, vencen los sevillanos, después de un encuentro muy accidentado
4 - 1. En el campo del Patronato, de Sevilla, se celebró en la tarde de hoy el segundo partido Tenerife-Betis. El campo registró un lleno completo, asistiendo como delegado de la Federación Nacional, el vicesecretario de la misma, señor Sánchez Ocaña.
Bajo las órdenes del árbitro señor Montero, los equipos se alinearon así:
Betis: Pedrosa; Aranda, Jesusín, Peral; Soladero, Adolfo II, Timimi; Adolfo I, Romero, García de la Puerta y Enrique.
Tenerife: Cayol; Llombet, Fernández; García, Morera, Perico; Torres, Rancel, Arencibia, Semán y Luzbel.
Al saltar al campo los jugadores del Betis fueron recibidos con una ovación clamorosa. Los tinerfeños fueron recibidos con frialdad, oyéndose algunos silbidos.
Saca el Tenerife, que juega contra el sol. En los primeros momentos del partido presiona el Tenerife, que juega mucho por el ala izquierda, Luzbel se interna y chuta de cerca, yendo el balón fuera. Morera abre el juego a las alas. El público alienta al Betis, donde Soladero es el mejor del equipo, repartiendo juego con mucha precisión. Hace un gran partido.
Al cuarto de hora de juego marca el Tenerife el primer goal, que el árbitro anuló injustamente por off-side. Fue una jugada magnífica entre Arencibia y Semán, que éste remató a la red. Protestaron los jugadores tinerfeños contra el fallo del juez de campo, pues nadie vio el off-side.
Decae mucho el Tenerife y se crece el Betis, que cada vez está más jaleado por el público. Su centro delantero, Romero, se encuentra solo frente al marco. Chuta libre, marcando el primer tanto, que es acogido con una gran ovación. Muchos espectadores saltan al campo abrazándole.
Sigue presionando el Betis, que juega duro. El árbitro no señala muchos "foulds" que comenten los jugadores andaluces. En cambio, se muestra muy severo con el Tenerife, al que castiga con un penalty, por una entrada de García, sin importancia. El castigo lo tira García de la Puerta, marcando así el Betis el segundo tanto. Los tinerfeños protestaron también el penalty, sin resultado.
Hay algunos avances del Tenerife, teniendo que salir Pedrosa para salvar una situación comprometida. Un córner contra los sevillanos lo saca Torres, rematando Rancel por encima del larguero.
El subcampeón andaluz está crecido, desenvolviéndose con gran entusiasmo. Poco antes de terminar el primer tiempo, Romero marcar el tercer tanto, recogiendo un centro de Enrique.
Al terminar la primera parte los espectadores se lanzan al campo, originándose un gran barullo. Los jugadores tinerfeños ganan precipitadamente la caseta. Intervienen los guardias de asalto, que despejan apuradamente.
Segundo tiempo. Al salir de nuevo al campo los jugadores del Tenerife, son recibidos con una pita estrepitosa, que se prolonga hasta que comienza el juego.
El Tenerife se alinea sin Cayol, al que sustituye Pestano.
Al comienzo de esta segunda parte se nota más entusiasmo en los del Tenerife, pero sin que los delanteros muestren gran codicia en marcar. Desaprovechan algunas ocasiones, notándose lentitud en Semán y Arencibia. A ratos juega Morera de centro delantero, moviendo mucho el ataque.
El partido pierde en acometividad, notándose mucha frialdad en los dos equipos.
García de la Puerta, rematando un centro de Timimi, marcar el cuarto y último goal del Betis. Pero después consigue Torres el tanto de honor del Tenerife, cruzando un tiro al ángulo. La jugada no fue aplaudida.
En los últimos momentos domina completamente el equipo tinerfeño, dedicándose los del Betis a defender el marco. Pedrosa despeja con los puños un tiro alto de Semán, mandando el balón a córner.
El árbitro señala faltas leves a los tinerfeños, en cambio, se muestra muy benigno con los sevillanos, que hasta última hora se emplearon suciamente, en forma atropellada.
Al final del encuentro se produjeron algunos incidentes entre jugadores del Tenerife y del Betis.
Impresión del encuentro. El equipo del Tenerife se encontró ahogado por un ambiente que le fue hostil desde que aparecieron en el campo sus jugadores. Les faltó espíritu para sobreponerse a la ola partidista del público que animaba a los béticos, y se desmoralizó al anulársele el primer tanto y al marcar seguido de ello los andaluces.
En la primera parte la iniciativa correspondió al Betis, que atacó a fondo. En el segundo tiempo sé rehizo el Tenerife, que dominó en fases largas, sobre todo al final. Pudo haber marcado más de un tanto, pero actuó muy segura la defensa bética.
Las líneas defensivas de los tinerfeños estuvieron muy regulares, acoplándose bien Morera, que trabajó incansablemente. Los delanteros estuvieron algo apagados en el primer tiempo. Demostraron más dominio de juego que los sevillanos, pero éstos les aventajaron en entusiasmo arrollador.
El público estuvo incorrecto con los forasteros, demostrándoles toda la tarde una manifiesta hostilidad.
El árbitro perjudicó en sus fallos a los tinerfeños.