Domingo, 27 de julio de 1930
Los alaveses dieron la talla, pero... acabaron perdiendo por la mínima diferencia frente a los populares
1 - 0. Este domingo se celebró en el Campo de Deportes España el tercero de los cuatro o cinco partidos que el Deportivo Alavés, tiene que jugar en Las Palmas.
Había que vérselas el once norteño con nuestro equipo más popular. El Marino F. C., de un historial brillantísimo por el casi siempre resultado feliz de sus intervenciones en la cancha del Campo España, frente a equipos locales y forasteros, de no escasa valía y justo renombre.
El encuentro había despertado gran interés entre los aficionados al noble deporte del balón, dando de ello prueba el animado aspecto que presentaba el campo en la tarde de hoy, especialmente el llamado graderío popular.
Poco después de la hora anunciada - las cuatro y media -, irrumpe en el campo los alaveses y los azules locales, siendo acogidos por el respetable con una estruendosa salva de aplausos.
En el ambiente se palpa la ansiedad del público, por ver a los veintidós muchachos tras el balón.
Y aparece el "referee" señor Artiles - antiguo jugador del Gran Canaria -, acompañado de Díaz Casanova y Frías, del Colegio de árbitros y exdefensa del Athlétic, respectivamente, que actuaron de jueces de lín
Alineaciones:
Marino: Aparicio; Guardia, Guerra: Del Pino, González, Rodríguez; Victorio, Acosta, Toledo, Padrón y Trujillo.
Alavés: Beristain; Ciriaco, Quincoces; Rey, Fede, Urquiri; Arsenio, Areta, Heredia, Jáuregui, y Olivares.
No deja de extrañar a la numerosa concurrencia haber sido designado el señor Artiles, árbitro para dirigir el encuentro y en torno a este detalle se hicieron comentarios de diversos matices, por tratarse de un partido de categoría tan elevada.
¿Qué ha sido de los colegiados? ¿Por qué se anulan sus intervenciones? ¿Acaso no merecen confianza?
Verificado el sorteo de campo los alaveses eligen la puerta del poniente. Hay un cambio de banderín y artísticos ramos de flores entre los capitanes de ambos equipos y tras lo ¡hurras! de rigor, los "onces" se alinean en la siguiente forma:
El "referee" da las pitadas reglamentarias y comienzo el juego.
El primer tiempo. Puesto en movimiento el balón por Toledo, entre él y sus compañeros lo llevan hacia las mallas, sacándolo fuera del campo por la línea de "kik".
Una arrancada de los alaveses muere en las manos de Aparicio, a un fuerte tiro del centro delantero. Un conato de melée frente a la puerta forastera, para un chut flojo que detiene Beristain. Se tira un córner contra el Marino, encargándose Rodríguez de alejar el peligro.
Los forasteros juegan con mucha codicia y pasan con rapidez. Flojea la tripleta central de los populares y ello es motivo de que intervenga la defensa continuamente.
Un tiro rastreado y peligroso de Heredia, es enviado a córner por Aparicio y sacado muy pegado por Olivares, la defensa se encarga de despejar de cabeza, entregando el balón a su delantera que en rápido avance pisa los terrenos encomendados a la pareja Quincoces-Ciriaco, entre los aplausos entusiastas de sus partidarios que los jaleaba de lo
La defensa forastera fue en la tarde de hoy algo inexpugnable, no se rebasaba fácilmente. Y he aquí por qué todos los avances, todas las arrancadas, todos los ataques de los azules, se estrellaban, irremisiblemente.
Y Victorio, nuestro excelente punta, no podía hacer nada, mejor dicho, Quincoces no lo dejó hacer nada. Estaba avisado, sin duda nuestro "internacional", y como sabía lo peligroso que era no le quitó el ojo de encima en toda la tarde.
Por la presión que ejerce la delantera alavesa, se tiran dos córners más contra los azules, uno de ellos cedido por Guerra y otro por Victorio, ambos sin consecuencias y anotamos algo que sobrepasa en interés a todo lo hecho. Toledo avanza desde lejos con el balón, da un pase adelantado a Victorio, este lo recoge a duras penas, sortea airosamente la defensa, chuta rastreado en dirección al marco, porque acosado por Ciriaco no puede centrar y el balón va a córner después de rozar el poste, lanzado por Beristain.
Un aplauso unánime premia la intervención de Victorio.
El único tanto. La defensa alavesa corta limpiamente varios avances de los canarios y el meta azul detiene un tiro formidable de Areta y después de unos minutos de juego poco vistoso, Toledo recoge una pelota que le sirvió el centro medio, se interna rápido, lanza el balón a los pies de Acosta y éste se encarga de fusilar el tanto de un tiro algo cruzado que Beristain, no detuvo por vacilar ante el delantero azul.
Cuando el esférico besó la red, eran las cinco y diez minutos de la tarde y la ovación con que lo recibió el público duró hasta las cinco y doce minutos. El tanto da motivos a los forasteros para emplear toda su furia y todo el entusiasmo corriendo detrás de la pelota y asistimos a momentos de verdadero peligro frente al marco de casa.
Después hay un centro magnífico de Victorio y una cabeza bastante aceptable del interior izquierdo, y se destaca con gran relieve sobre el campo la actuación maravillosa de la tripleta central alavesa, que, con la defensa, es el quinteto en que está fija la atención de los espectadores.
Y a una arrancada, otra de las muchas del ala izquierda del Deportivo, parece ser que va a surgir el empate, pero Aparicio recoge el balón con elegancia y soltura y se deshace de él rápidamente, escuchando una calurosa ovación.
Antes de finalizar la primera parte, los alaveses arrecian en el ataque, culminando el peligro en un chut muy fuerte del interior izquierdo.
Y sonó el pito de Artiles anunciando que habían transcurridos los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.
El segundo tiempo. Olivares actúa en el puesto de centro delantero, y de salida se canta un "faut" contra los alaveses. Y hay palmas para un centro de Victorio, después de batir este la defensa. El pase no fue aprovechado por Toledo.
Un penalty. En un ataque al marco alavés, la defensa toca el balón con las manos y el árbitro impone la máxima pena.
Lo tiró Victorio, con dirección al ángulo y Beristain detuvo el tiro. El público aplaude a rabiar el meta forastero. A continuación se cantó un córner contra los populares, que sacó mal el punta derecha. A una colada del ala izquierda forastera, el punta, pierde ocasión de marcar y a la siguiente jugada es Olivares, el que por exceso de toque de balón lo lanza por encima del larguero.
Un incidente. Por entrada ilegal de Domingo a Urquiri, el árbitro para el juego. Se discute, en corrillo, entre los jugadores lo sucedido y el público - como siempre - se impacienta, protesta y lamenta estos percances antideportivos y con mucha razón, porque, al fin y a la postre, es el que paga para ver jugar y no para asistir a discusiones.
Continúa el juego. Al ponerse en juego nuevamente el balón, el meta del Alavés se ve obligado a despejar con el puño, interviniendo poco después nuevamente.
En poder de los forasteros la pelota la llevan desde su campo hacia las mallas defendidas por Aparicio y cerca ya de los terrenos de la defensa, se pita un "faut". Tirada la pena el balón es, rechazado por el poste, remata el interior izquierda alavés, que se encontraba a dos pasos del marco y el esférico va fuera. Jáuregui se tiró de los pelos. Y no era para menos. ¡Cómo que perdió un goal!
Un córner contra el Alavés. El meta del Deportivo, en un despeje, comete un córner. Tirada la pena por Trujillo, hay un conato de melée en el marco de Beristain, que logra al fin despejar Fede, con su proverbial maestría.
Se anotan dos avances más del conjunto forastero, el primero es cortado por el referee, al señalar un claro "off-side" a Heredia y el segundo después de producirse un formidable pase de Fede a Arsenio y el centro de éste es rematado muy bien por Areta, pero es parado magistralmente por Aparicio, que se lleva una calurosa ovación.
Y estando el esférico en mitad de la cancha el árbitro hace sonar su silbato anunciando el final del encuentro.
Resumen. Fue el de hoy, sin duda alguna, el mejor de los tres realizados por los alaveses. Ya que hoy les vimos actuar a todos sus componentes, y todos ellos pusieron el mayor entusiasmo en la lucha y fueron decididos a ganar; pero la suerte les fue adversa.
La primera parte del encuentro fue íntegra de los alaveses, dominando a sus contrarios de una manera alarmante. Completamente acorraladas estaban las huestes marinistas; gracias a la enorme labor del trío defensivo, que hoy hicieron un trabajo formidable, aunque también le ayudase el factor suerte.
Desde los primeros momentos del match vemos presionar al Alavés, y a los pocos segundos del encuentro estuvieron a punto de marcar; pero Aparicio salva la situación, como salvó otras tantas de peligro para su equipo.
Los alaveses juegan como rapidez y mucha precisión en sus pases, desarrollando el trío central numerosas y vistosas jugadas que el público premiaba con sus merecidos aplausos, pero llegaban delante del arco y allí se desbarataban todas las jugadas, y eso que los interiores tiraban a goal, pero sus chuts se estrellaban en la defensa, o iban a morir a kik; poca suerte, como si tuvieran el santo de espaldas. Por eso no deben desanimarse en los próximos partidos. Pueden decir: "Jugamos mucho más que nuestro adversario; pero el santo lo tuvimos de espaldas"; pues esa es la verdad. No merecieron perder, ni tampoco un empate, sino una victoria, pues nunca mejor que hoy fueron merecedores de una dignísima victoria. Así como en el partido frente al Victoria merecieron perder, no por dos, como perdieron no, sino por un par de goals más, pues su actuación fue mala; pero la de hoy borró los malos pensamientos.
El Marino en toda la tarde no coordinó una jugada digna de mención, pues no nos explicamos su actuación. El centro medio flojeó, quizás fuese debido a eso, y el ala derecha estuvo bien sujeta, a cargo de Urquirri. El famoso ala azul no pudo hacer de las suyas, si bien patentizó su clase. A Domingo debe corregírsele su mal comportamiento en el campo; pues siempre y en la totalidad de los partidos hace de las suyas.
Nos suponemos que el Marino tendrá entrenador, como también será lo suficiente capacitado para corregir estos defectos en bien de nuestro deporte.
BREVES COMENTARIOS DEL PARTIDO MARINO - ALAVES
La actuación de los equipos
EL DEPORTIVO ALAVES. La actuación del Deportivo Alavés fue bastante buena. Beristain en el marco nos demostró una vez más sus excepcionales cualidades. Seguro en el blocaje, decidido en las salidas, y dotado, además, de gran agilidad y vista. El tanto que le marcaron no fue causa de una mala salida, como se ha dicho, sino de un chut a "raja tabla" materialmente imposible de parar.
La defensa internacional
El duelo Victorio-Quincoces
El miedo de Hiche
La pareja internacional de defensas en todo momento muy bien. El pase de las alas contrarias a su portería quedó cerrado casi en absoluto.
El duelo Victorio-Quincoces no fue tal duelo - y si lo fue lo ganó Quincoces - pues excepto dos escapadas del primero, que podían haber sido dos goals, todos los avances de Victorio era frustrados por Quincoces, quien unas veces le salía al paso cortándoselos de raíz y otras efectuaba una de sus clásicas carreritas para colocarse junto a la portería y de allí cuando Victorio centraba las cogía con facilidad de cabeza y despejaba. Demasiado ruido se metió con "El Bala azul" lo cual hizo que se pusiera sobre aviso el gran internacional, que aunque aquel sea indiscutiblemente el mejor jugador canario, no debe de impresionar gran cosa al que ya ha tenido ocasión de sujetar a extremos tan formidables como Constantino, Beloncieri, Vantoldrá, etc.
Quincoces tiene un juego de bastante espectacularidad. Su entrada es fuerte y efectuada con gran limpieza. El de Ciriaco no es tan espectacular sino más sobrio y de tanta efectividad como el de su compañero. Su entrada es dura y está dotado además de gran serenidad que desconcierta de tal manera que a Hiche, que éste en cuanto lo vislumbraba, parecía como si le dijera al balón: "anda, vete, que si viene ese tío peligramos los dos", y lanzaba corriendo el balón.
La línea media estuvo durante toda la tarde trabajadora. El centro medio Fede le creo más amoldado que Antero, para contrarrestar el juego canario. Toda la tarde fue un continúo envío de balones a la delantera. Rey, como en anteriores partidos, se "partió el pecho" de trabajador que estuvo. Urquirri acompaño en el éxito a sus compañeros.
La delantera
El "negro" que no lo parece y Olivares en plan de turismo
La delantera estuvo superior en esta actuación a la de los anteriores partidos, aunque la mala estrella que le persiguió unas veces y otras la buena "perfomance" de Aparicio, malograba continuamente sus brillantes y matemáticas combinaciones.
La inclusión de Heredia en el quinteto atacante, fue francamente acertada. Tanto en el centro del ataque, primero, en el que su juego impetuoso y lleno de codicia puso cuantiosas veces en peligro la metal azul y como extremo en el segundo tiempo, siempre dispuesto para la rápida internada, aunque tuvo una leve inclinación por meterse en el "off-side", que malograba sus más preciosos avances.
Olivares o el negro, que nosotros no le encontramos ni pizca de negro, según propia frase suya, a una entrada un poco violenta de Guardia. "Si yo he venido aquí en plan de turista...", y redondeó la frase con un piropo nada galante y poco deportivo, se destapó por fin en los últimos diez minutos del partido, y haciendo gala de sus maravillosas facultades driblaba y se colaba por entre la defensa popular con una facilidad pasmosa para terminar con imponentes tiros, que eran la pesadilla de los partidarios del Marino, pues muy bien alguno de aquellos podían haberse, si el santo no le llegan a tener de espaldas, traducidos en "goal".
Areta y Albéniz se mostraron unos interiores de gran clase. Arsenio, que parecía un poco bajo de forma, no dio de sí todo lo que rinde.
En fin: un partido magnífico de los campeones norteños que por fin acreditaron la fama de que viene precedido y que muy bien pudo el marcador señalar una ventaja a su favor de dos tantos de diferencia.
EL MARINO. Toca el turno al Marino. El equipo presentado por las huestes populares dada la clase del contrincante a contender, no fue el más a propósito. Guardia y Padrón fueron dos puntos bastantes débiles que no debieron de seleccionar. Pepe González o Teodosio eran más apto para ocupar la defensa con Guerra.
Aparicio o la revelación de la tarde.
El partido lo ganaron por el enorme entusiasmo que pusieron en la lucha que se desbordó con el logro del tanto tan magníficamente logrado por Domingo. Y más que nada por el formidable partido de Aparicio, que estuvo toda la tarde parando lo indecible. Impetuoso en la salida y rapidísimo en las intervenciones, adoleció de la falta propia de los guardametas noveles: la inseguridad en el blocaje, que contrastaba con la magnífica seguridad de Beristain.
En la defensa Guerra se tiró un gran partido con sus clásicos despejes de lado y su gran serenidad. Guardia no nos convenció y según frase de un cronista deportivo, "abusó del sable".
En los medios, del Pino, nuevo valor del Marino, fue el más trabajador y acertado. Lástima que el Marino no tenga un buen entrenador pues con los valores que cuenta y los que van saliendo podía formar un conjunto de gran potencia. González, aunque al fin se fue afianzando hizo un partido malo, como no le hemos visto hacer en mucho tiempo. Manuel Rodríguez, por esta vez no estuvo a la altura de otras veces, se empeñó en hacer juego de cabeza y en este le ganaban los forasteros.
En la delantera se empeñaron Toledo y Domingo en recargar el juego hacia el ala izquierda en donde Hiche no acertaba uno. Como jugador individual Toledo se tiró un gran partido. Domingo no se entendió - cosa rara - con Victorio. Fue el autor material del tanto.
Y por último unas breve consideraciones sobre la elección del señor don Pedro Artiles, árbitro no colegiado.
¿Cómo es posible que para un partido de la categoría del Marino-Alavés se designe a un árbitro - todo lo honrado que se quiera - pero sin competencia en las reglas de juego y además no colegiado? ¿O es qué no existen los colegiados? ¿Acaso no son competentes?
¿Por qué la Federación no impone su autoridad? Esperamos que para los próximos encuentros no vuelva a suceder o de hoy.