Jueves, 2 de septiembre de 1926
Los "populares" baten a los profesionales "gallegos"
1 - 0. Impresiones. Con la contienda de hoy, termina el Celta el ciclo de grandes partidos que ha dado en nuestra Ciudad. El equipo galaico a pesar de la brillante exhibición de hizo ante el grupo realista, dijimos que había sido frente a un adversario momentáneamente desmoralizado, sin querer restarle méritos con esto al team forastero, que le reconocemos una superioridad en conjunto sobre los equipos locales; fue el Celta hoy un equipo decepcionante en todos sus aspectos, y a pesar de esta decepción, seríamos injustos deducir por el resultado, que el Marino sea un once de superior clase al visitante. Pero esto indica la clase también elevada del once azul que contrarrestó plenamente la labor técnica del Celta, construyendo al mismo tiempo un juego brillante que de haber tenido suerte y otras veces remates, le hubiera proporcionado una incuestionable victoria, acaso, la mayor que hubiera tenido el Marino en su vida deportiva.
Los forasteros no nos mostraron hoy el grado sumo con que practican los secretos del foot-ball, desde los minutos iniciales sacaron a relucir sus famosos trucos, empezando el notable interior Chicha con unos fouls descaradísimos al guardameta Brito, aquello parecía una consigna, ¡había que ganar!
Estas martingalas del fútbol, han hecho famoso al Celta en toda la Metrópoli y, también en el extranjero con la reciente visita a Coya de un team inglés. Pinilla el extremo izquierdo galaico que por un indulto providencial se salvó de aquella perpetuidad deportiva que sobre el pesaba, hizo una de las suyas, poniéndole un traspié al árbitro, como protesta por un fallo que al parecer perjudicaba al Celta. Pinilla fue expulsado y Pinilla fue sacado del campo por la policía por intentar más tarde como espectador agredir a un jugador del Marino. En esta primera parte, este equipo logra su único goal, al ejecutar Martín "Artillero", un penalty que había sido cometido por el back galaico Pasarín.
En el segundo periodo el Celta se replegó a una completa defensiva handicados por Chicha que también había sido expulsado por una entrada completamente brutal al medio ala del Marino Manuel Rodríguez. El referee castiga al Marino con un penalty que tirado por Casal lo envía a las nubes, continuando el match con una completa ofensiva del equipo azul, donde nuevamente perdieron múltiples ocasiones de marcar obrando la Providencia en un tiro de Martín, cuando Climent se encontraba en el suelo y parecía que iba a entrar en la red, surgiendo el providencial poste, alejándolo definitivamente del marco.
En el Marino la mejor línea fue la zaguera. Pepe González tuvo una actuación imponderable, encontrando en su compañero Guerra la inteligente cooperación para formar una línea infranqueable. Teodosio en los medios fue el mejor, fue el hombre incansable toda la tarde que produjo un derroche de juego para su línea atacante. Manuel Rodríguez en la primera parte también estuvo bastante acertado, los delanteros combinaron bien, llevaban la pelota a ras de suelo, pasando frecuentemente la defensa adversaria, pero faltaba un "zorro viejo", faltaba aquel jugador avezado que habían eliminado los directores técnicos del Marino al principio del partido.
Los defensores más eficaces del Celta fueron Pasarín, Hermida y Jacobo Torres. En el ataque Polo nos ratificó nuevamente su valía como jugador internacional.
El encuentro lo dirigió el árbitro colegiado Paco Ojeda. Su actuación, a pesar de las protestas de gran parte del público que va al campo a ver perder al Marino, fue completamente imparcial, teniendo la suficiente autoridad arbitral para expulsar del terreno a los no que no supieron conducirse dentro de las normas caballerosas de juego.