NUESTRAS FIGURAS DE AYER
RAFAEL GONZÁLEZ MARTÍN
Rafael González Martín. Empezó jugando, como casi todos los niños de su época, con la clásica pelota de "trapo" en los "Tesos" de la barriada de "Fuera de la Portada", en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, donde se reunían y organizaban aquellos famosos "teams" a la voz de: "capitán de uno", "capitán de dos", escogiendo cada uno de los capitanes a los "equipiers" que formarían su escuadra y donde los partidos duraban hasta horas.
Más formalmente y hasta medio uniformado actuaba en el infantil del Colegio. A la salida de clase e imitando a los grandes y con su equipo organizado, bautizado de antemano con algún pomposo nombre, se liaban en contiendas futbolísticas en terrenos de mala muerte, que bien a bien casi no podían desenvolverse como ellos querían, ya que los guardias urbanos no los dejaban ni a sol ni a sombra.
Ya desde pequeño destacaba en las labores defensivas. Alto, fuerte, de corpulencia atlética, de mirada gallarda, rostro agraciado y tez morena. Todo ello escoltado de unas poderosas facultades físicas y atléticas, he aquí el "back" científico, el de las filigranas y de la dureza.
Ya más en serio. Desde temprana edad ficha por el Club Deportivo Gran Canaria, uno de esos equipos por donde han pasando los mejores jugadores de una región o provincia y sin embargo, tenía la desgracia de perder siempre. En todas sus confrontaciones, a pesar de jugar muy bien, acababan perdiendo.
La guerra europea trajo la decadencia del fútbol canario, no había trabajo y la gente lo tenía humor para ir al fútbol ni para nada. Los años siguientes no fueron nada florecientes para el juego de la pelota, aunque se jugaban algunos encuentros estos eran esporádicos. El fútbol languidecía, se abatía entre si y no, pero más bien no.
Fue hacia finales de 1921 y principios de 1922 cuando un grupo de amigos se pusieron mano a la obra, celebrando algunos encuentros. La reorganización de los "teams" Gran Canaria y Porteño, verdaderos impulsores del resurgimiento del foot-ball canario.
Por entonces se inició en el juego una pléyade de jóvenes jugadores, en el C. D. Gran Canaria, Juan de Dios, Alfredo Rivas, Brito, Rivero, Rafael González, etc. En el Marino F. C., los hermanos Andrés y José Pérez, José Hernández "Alamino", Antonio Rojas, etc. Un nuevo club irrumpía con el nombre del barrio donde radicaba: C. D. Santa Catalina, siendo la mayoría de sus componentes "equipiers" que se iniciaban en estas lides, tales como: Manuel Espino "Jardinero", Juan "El Moreno", Pepe Álamo, Rafael Oramas, etc.
Este resurgir trajo como resultado enfrentamientos entre los "teams" locales, así como éstos con los de la vecina isla de Tenerife. Como consecuencia de este auge a finales de 1922, la Fábrica de Cigarrillos "Lucana 66" presenta la Copa "LUCANA 66", con la participación de los equipos, C. D. Gran Canaria, Real Club Victoria, C. D. Santa Catalina, Porteño F. C. y Marino F. C. (Todos contra todos y a una sola vuelta y el campeón jugar contra el C. D. Tenerife). Dicho trofeo fue ganado - sin perder un solo encuentro - por el Marino F. C., al vencer al C. D. Tenerife, en la finalísima.
A partir de este resurgimiento del foot-ball en Canarias - más concretamente en la isla de GRAN CANARIA - se continuó practicando hasta nuestros días.
Trasiego de jugadores entre clubes locales, Rafael González pasó a formar parte de la potente escuadra del Marino F. C., en la que siguió destacándose en su puesto de defensa izquierdo, donde cuajó, su evolución fue eléctrica", sobresaliendo en cada encuentro disputado, siendo considerado el mejor futbolista en su puesto.
Por estas "Peñas del Atlántico", fueron desfilando (1923) equipos tales como el R. C. Celta de Vigo, con sus internacionales, como el defensa Otero y el interior derecha Ramón González. Los profesionales del team Raith Rover (Escocés). Pálidos resultarían los elogios que de este notable conjunto hiciéramos, a juzgar por la excelente impresión que su maravillosa técnica de juego causó en nuestro ánimo. Basta decir que no en vano son los ingleses los creadores y maestros de este deporte, y en su juego puede encontrarse toda la gama de secretos y actividades, desde las jugadas más sobrias e insignificantes, pasando por trucos, colocación, rapidez, regates, pases, cohesión, etc., hasta llegar a las jugadas más complicadas, geniales y afiligranadas. En cuanto a sus individualidades, aún recordamos al "back" Inglish, al medio derecha Collier (abuelo) y al medio centro Morris, todos internacionales de Escocia. Tampoco podemos silenciar al centro delantero Jennings, perforador constante de las metas adversarias, y al inimitable jugador James, conocido por "el niño", debido a sus pocos años, y legítima esperanza del foot-ball británico.
En 1924, una Selección Nacional que con el nombre Club Natación Alicante vino a jugar una serie de partidos, entre sus "equipiers" se pueden citar: Pasarín, Balbino, Suárez, Polo, Torregrosa, Ramonzuelo, Samitier y Llauger, entre otros. También ese mismo año el Sevilla F. C., con sus jugadores: Ocaña, Herminio, Spencer, Armet, etc.
En 1925, un jueves, día 20 de agosto recaló en nuestra Isla de Gran Canaria, el R. C. D. Español. Enorme era el número de personas que con el solo aviso de la llegada de este equipo se estacionó en las escalerillas, sitio por donde tenían que desembarcar nuestros distinguidos huéspedes, que acompañados del valioso entrenador señor Paco Brú, vienen a dejar grato recuerdo en su visita por nuestro amado terruño. Y digo grato recuerdo por cuanto hace tiempo se deseaba ver actuar en nuestro espléndido y cómodo Campo de Deportes España, al héroe del balón "Zamora", nombre que en la actualidad está de boga por todo el mundo civilizado.
A bordo del buque que los condujo al Puerto de La Luz - Gran Canaria -, fueron nutridas representaciones de los clubes que actúan en esta isla, representantes de la prensa y aficionados. El simpático Paco Brú con la jovialidad que le caracteriza nos presenta al tan deseado Zamora, lo mismo que a todos sus compañeros, entre los cuales como saben nuestros amigos, se encuentran nuestros hermanos, Rafael González y Rafael Oramas (ambos en las filas del conjunto catalán) y - entre otros - Yurrita, Zabala, Trabal, Mauri, Colls, Olariaga, Canals, Vantoldrá, etc.
Jugó tres encuentros, cuyos resultados fueron los siguientes:
1 - 0 // R. C. D. Español - C. D. Gran Canaria
1 - 0 // R. C. D. Español - Marino F. C.
0 - 1 // R. C. D. Español - R. C. Victoria
Siguiendo con el perfil de nuestro homenajeado Rafael González: Diremos que en la noche del día 30 de julio de 1925, embarca para tierras catalanas, en compañía del que es y será su entrenador en el potente team R. C. D. Español, don Francisco Brú, nuestro flamante defensa izquierdo, uno de los jugadores más científicos que ha producido el Archipiélago Canario, alejándose de su patria chica, la que le vio nacer, y en donde aprendió su juego, todo arte y tecnicismo que tantas tardes de gloria diera a su equipo el Marino F. C., y que tantos aplausos ha alcanzando, como bien merecidos. Rafael González, ha dejado en el Marino un vacío grande que será difícil que encuentre otro que le sustituya dignamente. En esa fecha, por suerte o desgracia comienza el éxodo de futbolistas canarios.
Unos meses más tarde le siguen en su andadura, y para el mismo equipo, es decir el R. C. D. Español, los también geniales jugadores Rafael Oramas y José Padrón "El Sueco" que tantos días de satisfacción diera al mencionado club catalán.
En la final del Campeonato de España (03-02-1929), jugado en el Campo de Mestalla, Valencia, jugaron los canarios Rafael González y José Padrón "El Sueco", contribuyendo éste último al triunfo del conjunto "periquito", al conseguir el segundo tanto, afianzando el resultado (2-1) y con ello proclamándose Campeones de España, en un partido que estuvo "pasado por agua".