Domingo, 24 de agosto de 1924
1 - 1. Era grande la expectación reinante entre el elemento futbolístico por conocer el resultado de este encuentro, que se verificó en la tarde de este domingo, ante un público muy numeroso, que ávido de presenciar la última exhibición de los forasteros, llenaban el Campo de Deportes España.
El partido finalizó con un empate, que apreciado en su justo valor, representa un triunfo moral para el equipo canario, triunfo repetimos porque la cantidad de juego desarrollado fue superior a la de sus contrarios, impusieron un fútbol de gran brillantez, rápido y a veces arrollador que les valió para mantener un continuo dominio sobre los sevillanos, a pesar de sus esfuerzos sólo pudieron marcar un solo tanto, pues su juego finalizaba ante la formidable defensa del internacional Herminio, que juntamente con Avilés, fueron los mejores jugadores de su equipo. La línea de ataque forastera jugaron muy poco, parecía que ni tan siquiera tenían compenetración, en el ala izquierda Brand y León fueron los más que se distinguieron, ya que el resto de la línea Spencer, Rodríguez y Armet, ha sido el peor partido que le hemos visto actuar a estos notables jugadores.
El único "goal" que marcó el Sevilla fue de un penalty, tirado por Spencer, a los cuarenta minutos de la primera parte, penalty, que no debió pitar el referee, como tampoco debió haber castigado al Sevilla con aquel otro penalty, ambos completamente antirreglamentarios y de la misma serie de aquel, que pitó no hace mucho el señor Pascual. El castigo al Sevilla es tirado por Rodríguez, que da un fuerte "shoot" sin colocar, y detiene Avilés, pero como el árbitro ha visto, que Rey por medio de una piedra, ha desviado el balón, antes de estar en juego, manda a repetir el penalty, el cual tirado nuevamente por Gil, por demasiada presión, da en un poste y se va fuera. Y por último viene el "goal" del empate, un córner realizado por Herminio, es tirado por Pepe Pérez, y se origina una melée ante el marco, terminando con un buen remate del extremo derecha Pita, que el balón da en un poste y va a la red.
El Sevilla alineó en sus filas al gran zaguero Luis Cabrera, que se ha dado de alta como socio jugador en aquel club, también el Marino se presentó apuntalado con el formidable centro medio Oramas, jugando en la puerta Brito, en sustitución de Ramos, las pocas veces que intervino lo hizo con gran seguridad, demostrando que está nuevamente en completa forma.
El partido visto desde otro ángulo. Impresiones. Con bastante concurrencia se celebró hoy el partido anunciado entre los equipos Marino y Sevilla. Fue este encuentro sin duda alguna el más interesante de cuantos se han jugado en el Campo de Deportes España durante la última temporada.
Nuestro equipo local respondió a la justa fama de su historial deportivo, dando a conocer a muchos, que en Canarias se juega, y que se puede competir dignamente con los mejores cuadros de la Península. No cabe ahora las argucias que se han venido empleando con motivo de las visitas de otros equipos. Hoy el Marino dio una buena lección de fútbol, y también de otra cosa muy necesaria para actuar en un campo de deportes; de seriedad y de prudencia. No vimos jugar al Sevilla; estuvo muy mal, pero fue porque no le dejaron jugar. Prueba de ello, el juego poco limpio que empleó al final del encuentro.
El anterior domingo el Marino dando una nota muy deportiva, tiró a las manos del portero, un castigo que muy bien pudieron aprovechar para apuntarse un goal. Sin embargo, hoy en un penalty que a nuestro juicio no era, el Sevilla lo tira a goal, ante la sorpresa e indignación del público, y lo que es menos serio aún, cuando ellos fueron castigados con otro penalty, los jugadores sevillanos se proveyeron de piedrecitas y tierra, que arrojaron a la pelota en el momento que un jugador del Marino iba a ejecutar el castigo, lo cual motivó la repetición del penalty.
El señor Kinké en sus declaraciones a un periodista tinerfeño, se quejaba de que los equipos locales jugasen estos partidos amistosos como si fuesen de campeonato, y sin embargo, vienen a Canarias a enseñar como se arrojan piedrecillas a la pelota para obstaculizar un penalty, como si efectivamente se tratase de un campeonato. Una martingala más que desconocían nuestros jugadores.
Pero refiriéndonos al partido de hoy ¿qué hemos de decir? Brito tuvo muy escasas intervenciones, por un gran número y bastante peligrosas del guardameta sevillano. En todo el encuentro el Marino impuso su juego limpio, brillante, y fue en su mayor parte dueño de la situación. El resultado material fue un empate a un tanto, pero en buena lógica, y según el juego que cada cual desarrolló, debieron triunfar los locales por tres tantos. El penalty impuesto al Marino que se tradujo en goal, a favor de los visitantes, solo existió en la imaginación del árbitro, quien tampoco quiso dar por válido un goal de Pita, que Avilés sacó cuando ya había traspasado la línea
Del Marino destacaron: Oramas, los dos defensas, Curbelo, Rodríguez y Brito.
Del Sevilla se distinguieron: Herminio, Spencer y Avilés.
El árbitro señor Cabrera actuó con imparcialidad, pero no con el acierto, que nos tiene acostumbrados en sus arbitrajes.