Domingo, 19 de julio de 1931
Mucho "gambeteo" por parte lusa, pero... poca eficacia en el tiro
5 - 0. Una buena entrada se registró hoy en el Campo de Deportes España, ante el anunciado encuentro entre los equipos Marítimo, campeón de Funchal y el Victoria, campeón de Las Palmas.
A las cuatro y cuarto entran los equipos en el campo, que con muy aplaudidos, principalmente el Marítimo, al que se le tributó una cariñosa acogida, en prueba de las simpatías que se le tiene.
Los aplausos se reproducen al irrumpir en la cancha. A las órdenes del árbitro Miguel Gil, se procede al sorteo del campo, eligiendo el Victoria la puerta de Naciente y el Marítimo la del Poniente.
Luego se efectúa el saque de balón.
El partido en su comienzo nos hizo creer sería uno de tantos; pero no fue así, los forasteros, repuestos enseguida, comenzaron a jugar de magistral forma.
Primer tiempo. Empiezan los campeones portugueses con gran dominio de balón, poniendo la puerta local en grave aprieto.
A los pocos minutos se hace dueño del campo, el gran centro delantero del Victoria, Castro, que recoge un pase de Déniz y después de correrse un poco a la derecha, lanza un fuerte tiro que bate por primera vez la puerta de los madeirenses. Delirante ovación.
Este mismo jugador, quien después de una preciosa jugada de su delantera, recibe otro pase de Déniz, que con mucha inteligencia lo envía al fondo de la red. Ovación.
Ahora ya no es Castro el que con su maestría marca los tantos. El Marítimo presiona un poco con su juego - que ya es muy duro - sin lograr imponerse ni consiguen marcar.
Sigue el juego nivelado por ambas partes y en una preciosa jugada de la delantera victorista, obtienen por mediación de su jugador García, el tercer tanto para lo suyos. Ensordecedores aplausos.
Y a medida que funciona el marcador a favor del Victoria, el Marítimo se emplea a fondo, a un tren de juego violento, injustificado, más aún en jugadores de categoría.
Con tres tantos a favor del Victoria, termina la primera parte del encuentro.
Segunda fase. Empieza los equipos jugando con gran entusiasmo y amor propio y se señalan frecuentemente jugadas muy vistosas que el público subraya.
A los pocos minutos de comenzar el Marítimo con buen resultado se emplean a fondo y llega constantemente frente al marco defendido por Pérez, poniéndolo en grave apuros.
El Victoria que aún sigue jugando muy bien, sacude un poco el dominio; coge su delantero el balón y en combinación preciosista lo lleva hasta la puerta, y en una melée, Déniz, muy oportuno, lo envía dentro. Ovación clamorosa.
Es este mismo jugador el que en otra jugada magnífica y de una forma impecable y sin apuros tira un chut flojo, que llega al fondo de la red.
Después de este goal, se nivela el juego y así permanece largo rato. El Marítimo llega frecuentemente a la meta victorista, obligando a Pérez a intervenir en varias ocasiones y con el resultado de cinco tantos a favor del Victoria termina el encuentro.
Resumen del partido. El Marítimo en su primera fase de juego nos hizo la impresión de un potente conjunto, pero desmerece cuando emplea la dureza en la entrada; juegan muy compenetrados, con bonitos pases y combinaciones, que pierden eficacia por descolocación y por el ímpetu con que dan al balón.
De una manera sobresaliente se destacó el interior derecha y capitán del equipo Janota, que actuó de un modo magistral, fue el luchador infatigable, de forma espléndida de gran jugador. Los demás cumplieron muy bien, pero sin hacer juego positivo.
El Victoria presentó un cuadro muy completo y jugó con mucho entusiasmo; supieron aprovechar las buenas jugadas y sacar de ellas el fruto apetecido.
Sobresalieron por el Victoria: Pérez, que actuó como un gran guardameta, la defensa, Ortiz, Padrón, Déniz, Castro y García.
Por el Marítimo: la defensa, el medio centro, el centro delantero y su gran jugador el interior derecha que fue el mejor de los veintidós y que retirado del campo a causa de una lesión sufrida, poco antes de terminar el encuentro.
El árbitro actual muy imparcial.