Siendo Presidente del Club Porteño, don Federico Silva Rojo, tuvo la feliz idea de construir un terreno de juego que diese cabida a la ingente muchachada del barrio del Refugio. Doña Pino Apolinario le concedió el correspondiente permiso para ejecutarlo sobre terrenos de su propiedad y pusieron mano a la obra. No solo los miembros del club y socios, sino todos los vecinos del Refugio, sin distinción de edad y posición social, estuvieron acarreando arena.
Arreglado el escenario, en su inauguración, estuvieron presentes los "teams" "Gran Canaria y Porteño", el "match" muy entretenido y resultó un éxito de público. Pero poco tiempo después por causas ajenas al deporte todo aquel trabajo se fue al traste.
No obstante, debe decirse con orgullo que la cancha, "Campo del Porteño", cumplió un alto deber deportivo, pues en él comenzaron y aprendieron a jugar muchos "pibes" que después han dado días de gloria, no sólo al fútbol regional, sino al nacional. Cumplieron este requisito: José Padrón "El Sueco", Luis Cabrera - extraordinario defensa -, Pedro y Nino Frías, Miguelito Cabrera "Mandarrias", Manuel Espino "Jardinero", el linaje de los Oramas, Arturo Santana, Pepe Alamo, Lavao y otro tantos futbolistas.