Domingo, 25 de enero de 1931
Los platenses estaban dispuestos, una vez más, a no dejarse derrotar. Nuestro campeón, lleno de amor propio y gustoso a rebajar el papel de los argentinos, no quiso que aquellos se saliesen con la suya. Y así fue.
2 - 0. El campo. No se encontraba nuestro campo de deportes este domingo como la importancia del encuentro que se iba a celebrar, requería. Sin que asistiera escaso público, no era la suma de éste la que cualquiera que fuese el resultado del encuentro hacía esperar.
Se había hablado tanto de los invencibles argentinos, se recordaba la derrota infligida al Marino y los apuros que el mismo Victoria pasó en jornadas anteriores. Todo se recordaba y todos los pronósticos se hacían.
El árbitro. Para dirigir el encuentro fue designado el colegiado don Ambrosio Díaz Casanova, quien tuvo que poner en tensión todas sus energías para arbitrar tan difícil contienda.
Los equipos. Al acercarse el comienzo del encuentro aparecen los equipos en el campo, que integran sus cuadros en la siguiente forma:
Gimnasia y Esgrima: Scarponi; Tarrio, De Lobo; Chalú, Minella, Belli; González, Arrillaga, Díaz, De María y Morgada.
Real Club Victoria: Pérez; González, Frías; Padrón, Simeón, Teodosio; Ortiz, Castillo, Blas, García I y García II.
Comienza el partido. A la hora indicada suena el pito del señor Casanova y ambos equipos empiezan la lucha.
La delantera del Victoria avanza en su camino hacia el marco contrario, es detenida por un buen quite a De Lobo. Los argentinos contraatacan y obligan a Pérez a intervenir. Se establece el peligro ante la puerta de Scarponi, que pasa momentos apurados.
La línea media victorista juega admirablemente, sirviendo constantemente balones a su delantera, que liga jugadas y ataques, obligando a la defensa argentina a intervenir rauda y veloz.
En uno de estos avances Castillo y Scarponi sufren un encontronazo, viéndose ambos obligados por las lesiones recibidas, a retirarse del terreno de juego, salen a sustituirles Bottasso y Ferrunga. Siguen presionando los victoristas y Ortiz lanza un buen centro que Bottasso detiene. Se tira un córner contra los platenses que por poco no degenera en "goal".
Avanza la tripleta central con bonita combinación, y a continuación responde el Victoria en igual forma, lanzando García un enorme centro que Ortiz remata de cabeza. Avanza admirablemente Arrillaga, lanzando un buen chut que va fuera.
Los locales implantan en el terreno de juego su clásica combinación de pases cortos, que desconciertan a los forasteros, los cuales quedan desmarcados continuamente imposibilitados para detenerlos en sus avances.
Colada de Arrillaga, que desaprovecha una ocasión única, lanzando un chut a cuatro metros de la puerta, que Pérez logra detener, pero despejando el balón a córner, que se tira sin consecuencias.
Vuelve a atacar los argentinos en forma peligrosa para el marco de Pérez Ortiz sufre una seria caída lesionándose y quedando imposibilitado para continuar, es sustituido por Rafael.
Frías interviene eficazmente, haciendo un soberbio quite a Díaz, cuando éste se disponía a chutar a escasa distancia de la puerta. Reaccionan los albinegros, avanzando hacia el terreno argentino y creando una dificilísima situación ante el marco de Bottasso.
Se cantan varios "fauts" a Díaz y a Arrillaga, terminando al poco tiempo la primera parte del encuentro con empate a cero.
El segundo tiempo. Una vez terminado el descanso, bien necesario a los jugadores por el tren con que llevaron el primer tiempo, da comienzo el segundo, que ha de desarrollarse con más interés aún que el primero, porque en este hay que decidir el partido a favor de uno o de otro "team".
Comienza el juego con un avance de García II, interviniendo Chalú, que salva la situación cuando éste estaba seriamente comprometida.
Emocionante situación. Arrillaga, que es hoy el mejor de los suyos, se hace con el balón y después de driblar a cuatro de sus contrarios, se interna, y cuando ya Pérez estaba irremisiblemente batido, chuta descolocadamente, perdiendo ocasión de marcar. Otra buena jugada argentina que finaliza en un shoot de De María que va fuera.
Arrillaga, con sus desconcertantes remates, vuelve a crear una sería situación ante el marco victorista, que es salvado oportunamente por Padrón.
El primer tanto. El Victoria avanza rápido, lanzado Rafael un centro bien templado que García remata hacia la puerta y Tarrio, logra despejar pero echando el balón a córner.
Tirado éste por Rafael, logra Blas recoger el balón con la cabeza y en un estupendo remate lo introduce en la meta defendida por Bottasso, cuando tan sólo iban ocho minutos de juego del segundo tiempo. Ovación y júbilo indescriptible en el público.
Se reanuda el juego, empleándose los argentinos a fondo, en forma sucia y dura. En ataque de éstos, Frías hace un buen despeje. Díaz y Minella incurren en sendos "fauts", cortando avances de los locales en forma poco correcta.
Morgada lanza un buen centro que al rematar desaprovecha Díaz. En otro ataque del Gimnasia y Esgrima, González lanza un fortísimo chut que va alto. El Victoria presiona la puerta argentina y Tarrio se ve obligado a conceder un córner, que se tira sin consecuencias.
En un avance argentino Frías origina con una desacertada intervención, serio peligro para el marco que defiende su compañero Pérez, situación que es despejada gracias a la oportuna intervención de Teodosio. En otro ataque de los platenses Arrillaga logra colarse y al intervenir Frías se ve obligado a conceder un córner, que se tira sin que altere el marcador.
Avanza Rafael, el cual centra, y al intentar García II rematar, Chalú interviene enviando el balón a córner, que se tira sin resultado alguno. Hacen otro córner los argentinos y el árbitro no lo pita, como igualmente un "off-side" de Chalú.
Blas desaprovecha una excelente ocasión, perdiendo un balón que le sirve Furrunga, cuando ya Bottasso esta materialmente batido.
El segundo tanto. A los treinta y cinco minutos de juego el Victoria se apunta el segundo tanto y último de la tarde. García II lanza un formidable centro que Rafael recoge de cabeza y en estupendo remate introduce el balón en la red. Vuelve a reproducirse la ovación anterior.
Sigue atacando el Victoria, viéndose Bottasso obligado a intervenir con frecuencia, parando serios chuts de la delantera canaria.
Tarrio, momentos antes de terminar el encuentro se ve obligado a retirarse lesionado.
Y termina el partido poco después de haberse tirado un córner a los argentinos, que concedió De Lobo, ante apurado ataque de los victoristas.
Otra perspectiva. ¡Hurra, hurra, hurra al Victoria! Este fue el grito unánime lanzado por el público al terminar en la tarde de hoy el encuentro entre los platenses y realistas, que arbitró el colegiado señor Casanova.
Comenzado el match, notamos que el Victoria lleno de brío y entusiasmo, desea quedar bien; todos sus equipiers juegan con rapidez extraordinaria; el juego se lleva a un tren verdaderamente fantástico, esto y el empuje, hace que el partido sea un match de campeonato; se juega duro pero con nobleza exenta de toda mala intención; nobleza, interés y entusiasmo fueron sus características.
El partido lo podemos de calificar de excelente, sentando el Real Victoria una vez más cátedra de fútbol, y que cuando quiere puede enfrentarse contra el mejor equipo, sin que haga mal papel. Los valerosos muchachos del Victoria, fueron verdaderos héroes.
La mejor jugada del encuentro. En ella ha intervenido, como era de esperar Rafael, quien cede al malabarista Furrunga, que después de hacer unas cuantas filigranas, da un pequeño centro, Blas que viene a todo gas empalma, pero el balón se va por encima del larguero. Ovación. Ha sido la mejor jugada, con rapidez enorme.
Vamos con los goals. Rafael que ha sido el coco de la defensa, da un enorme centro, que Botasso despeja de puños, recogiéndolo García y empalmándolo cuando todos creían en el gol, surge el fenómeno de Tarrio y salva el goal. Aplausos.
Pero el goal no se hace esperar mucho y también ha sido obra de Rafael, se forma un pequeño barullo, que termina con un colocado testarazo de Blas que se cuela, por una mala interpretación de Tarrio y del olímpico Botasso.
El segundo goal: García I, después de regatear a Chalú, da su correspondiente centro que el corpulento de Rafael, se lo lleva de cabeza y da un fuerte chut que a Botasso se le va de las manos y Rafael entra con una valentía sin límites y de cabeza incrusta el cuero en la red. Gran ovación.
El Victoria sigue presionando, de vez en cuando, se ve alguna que otra arrancada de los argentinos. En resumen un buen encuentro, en el que la voluntad es una vez más el factor más importante de la victoria, éste le sobró hoy a los realistas, que nos ha revelado a un formidable medio, Padrón, que ha sido el elemento que más se ha destacado frente a los bonarenses. Simeón se partió el pecho trabajando mucho, fue uno de los elementos más destacados y a él se le debe y a su juego gran parte del triunfo.
Comentarios. Los comentarios a este encuentro tienen que traducirse en un elogio a nuestros campeones, que en un admirable partido lograron derrotar a un potente equipo que desde su salida de su Patria no habían conocido análogo percance, a pesar de haber luchado con potentes clubes peninsulares. Nuestra calurosa felicitación a los esforzados muchachos del Victoria.
Los medios blanquinegros hicieron un partido soberbio, pudiéndose decir que fueron el alma de su equipo, distinguiéndose los tres por igual. La defensa a la misma altura que sus compañeros de aguante. Y la delantera, a pesar de haber perdido a dos de sus titulares, a igual altura, sobresaliendo los hermanos García.
Los argentinos tampoco jugaron mal, sino que sus enemigos eran dignos de medirse con ellos. Arrillaga, sobre todo, sobresalió como siempre, haciendo dejado grato recuerdo entro nosotros por sus admirables regates. Morgada, como siempre, y la línea de medios secundando a la defensa, que toda la tarde se empleó, luciéndose con sus continuas intervenciones.
El arbitraje de Casanova, imparcial, y si incurrió en algunos desaciertos no fue de mala fe, sino por no haberlos apreciado con la necesaria colocación.
¡Hurra!, ¡hurra!, ¡hurra!, por el equipo porteño, que ha puesto nuestro pabellón a gran altura; felicitamos a sus elementos como a sus directivos por el gran triunfo. Ra, ra, ra, una vez más.