Domingo, 18 de junio de 1950
CON MUCHÍSIMOS APUROS VENCIÓ EL UNIÓN DEPORTIVA AL MELILLA
1 - 0. Todo lo que se diga con respecto al partido, no siendo el 1-0 favorable que señalaba el marcador al final, sobra. La verdad es que el U. D. Las Palmas vencieron al Melilla para destacarse más en la primera posición y que esa victoria nos da derecho a la clasificación para el ascenso a Segunda.
Se dirá que el triunfo fue difícil, que el Melilla con más suerte, hubiera podido quedar igualado puntuativamente al U. D. Las Palmas, que este no ligó ni hizo gran mérito para la victoria, pero todo queda relegado a segundo término ante la hora de la verdad. Los encuentros no se ganan por los méritos logrados, sino por los goles que se llevan a la casilla del marcador, y, aunque no lo mereciera, lo que no falla a la hora positiva es que se marcó un gol y que ese gol valió el triunfo porque el contrario no logró ninguno.
Unión Deportiva Las Palmas
Cuando el Imperial venció al U. D. Las Palmas, de nada sirvió que mereciéramos el triunfo cundo nos alcanzó la derrota. En aquella ocasión los puntos fueron para el más oportuno. Y justo es que ahora lo sea también, sin mirarnos en un espejo que no responde a la realidad, que no es otra cosa que la de sumar puntos en la clasificación.
Todos los que dan el triunfo del U. D. Las Palmas un carácter inmerecido, deben mirarse en lo que hemos expuesto. Y si no bastara deben recurrir al que motivó el resquebrajamiento del conjunto que no fue otro que la lesión de Tatono.
Preliminares. El Estadio Las Palmas presenta el lleno más grande de la temporada. No era para menos dada la singular expectación provocada por el acontecimiento.
Los equipos son recibidos con grandes ovaciones, forman a las órdenes del señor Díaz Argote, del Colegio Centro, a quien auxilian en las bandas los señores Ferrera Ferraz y Socorro. Elige campo el Melilla, a favor del sol.
Primer tiempo. Nerviosismo en los veintidós jugadores desde los primeros momentos, ligando más juego los visitantes.
A los pocos minutos pierde el equipo local una gran oportunidad. Polo se lleva la pelota limpiamente y hace luego un buen pase a Padrón, quien se adelanta y vuelve a pasarla a Polo, éste ahora en la misma boca del gol. Pero Polo no puede alcanzar la pelota y la recoge Forné.
Poco después, hay un pase central de Polo, que ha permutado con Cedrés en una bella jugada. La pelota la recoge Cedrés y tira maravillosamente dando lugar a una gran parada de Forné.
El partido se juega a gran tren. El Melilla sigue jugando bien y los nuestros ponen gran calor en la lucha, dando la sensación de que se impondrán.
A los diecisiete minutos tiene lugar una intervención lucida de Montes, quien despeja el balón a córner. Lo saca Pitarch, muy cerrado, y Vieira concede un nuevo córner al intentar despejar. El córner, tirado también por Pitarch, lo remata con la cabeza Rosado y el cuero va por encima del larguero.
Ahora presiona más el Melilla, notándose que las líneas traseras no están a la altura de otras veces. Juanono tiene algunos fallos.
Un gran tiro de Martín pegó en el larguero, junto a un ángulo, yendo fuera el rebote, y enseguida, otro córner contra el equipo local, ahora concedido por Yayo, jugada que no trae consecuencias.
Se lesiona Tatono y este percance perjudica considerablemente al Unión Deportiva, que se ve obligado a modificar sus líneas, mermando este cambio su potencial. Tatono juega de extremo derecho, en cuyo puesto es solo una figura decorativa.
La presión del Melilla es ahora considerable, defendiéndose serenamente los nuestros, que, no obstante, hilvanan algunos peligrosos avances, entre ellos uno provocado por Padrón. Pero Manolín no puede alcanzar el "pase de la muerte" del extremo y el Unión pierde otra gran oportunidad.
Después tiene lugar una falta del Melilla que tira Polo. Se forma un gran peloteo ante la portería de Forné, muy emocionante, hasta que uno de nuestros delanteros remata con la cabeza por encima del travesaño.
Luego es el Unión Deportiva quien escapa de un gol que parecía ya seguro. Hay una internada del melillense Riera, quien llega a pocos metros de Montes y tira muy fuerte. El balón da en el larguero y sale al campo, recogiéndolo entonces otro delantero del Melilla, quien tira a gol con la portería abandonada por Montes. Pero Juanono despeja con la cabeza, sobre la misma línea de gol.
Sin otras jugadas dignas de mención termina el primer tiempo, del que hay que destacar la emoción del juego, el gran tren a que se ha llevado el mismo y la excelente impresión causada por el Melilla. La lesión de Tatono ha restado potencial a nuestro equipo.
El marcador señala un 0-0.
Segundo tiempo. Tatono reaparece en su puesto de medio volante, pero enseguida vuelva a colocarse de extremo derecho.
Pitarch escapa a toda velocidad y, a dos pasos de Montes, embarca un tiro imponente, dando ocasión a una enorme parada de nuestro guardameta. Cuando Montes va a despejar es cargado y cae lesionado.
Vuelve el Melilla a sus ataques y los nuestros se defienden bien, respondiendo con valentía y creando a veces serios peligros ante la meta de Forné. En uno de estos avances del equipo local, Padrón falla un gol que tenía hecho, al poner el balón en las manos de Forné.
Otro córner contra el Unión Deportiva lo tira Riera sin consecuencias. Ahora parece algo más animado el "once" local, llegando a presionar, fuertemente algunas veces. Un tiro de Manolín da lugar a que Forné se luzca nuevamente en una excelente parada. Después, un fallo de Juanono lo salva Montes, arrojándose a los pies del extremo derecho para arrebatarle la pelota.
Enseguida, una jugada altamente emocionante ante la meta del Melilla, que da lugar al primer córner contra este equipo. Lo tira Cedrés muy cerrado y el gol no se produce por verdadero milagro. Un defensa al intentar despejar concede otro córner, que tira también Cedrés, igualmente cerrado, logrando Valle despejar la comprometida situación.
El Unión juega ahora con mucho coraje y sus ataques son continuos. Por dos veces dentro del área de penalty la pelota va a manos de jugadores melillenses. El público jalea sin descanso a nuestros jugadores y estos se crecen. Cedrés tira otro córner y Forné vuelve a lucirse, al blocar perfectamente.
Un balón impulsado por Polo da en las manos de un defensa y, seguidamente, Forné da un gran salto para detener un balón peligrosamente bombeado por Manolín. Forné resulta lesionado y el árbitro, contra lo reglamentado, detiene el juego hasta que el portero melillense se repone y pasa a ocupar de nuevo la portería.
Se registran varios conatos de juego duro, mostrando el señor Díaz Argote falta de autoridad para reprimirlo, por lo que el público le silba.
Un tiro de Peña da en un poste y va fuera. El Unión lucha denodadamente por la victoria, pero el Melilla, que esta haciendo un buen partido, se defiende de modo excelente. El partido parece que terminará cero a cero. Faltan solamente tres minutos para el final. Pero, en el cuarenta y tres...
¡Gol! Polo ejecuta una falta bombeando el balón sobre la defensa. Saltan en disputa de la pelota Manolín y Errazquin, pero ninguno de los dos logra recogerla y va a parar a Cedrés, que se adelanta y fusila el gol, llenando de alegría las gradas.
Soñando. Se ganó difícilmente, pero se ganó. Vaya por cuando se pierde también difícilmente. Lo esencial era el marcador, y ya todos los vimos, con la alegría que nos daba el ascenso, como señaló al final. Ahora el U. D. Las Palmas le lleva cuatro puntos a su inmediato seguidor: su contrincante de hoy. Cuatro puntos que dan virtualmente la clasificación y que se tomará en propiedad con todos los merecimientos.
El gol de Cedrés, el que quitó a los espectadores el nudo que tenían atravesado en sus gargantas, pasará a la historia del fútbol local con todos los honores. Ha habido goles que, por su decisiva significación, ha dejado una estela admirativa, que se ha mantenido a través del tiempo. El de Cedrés se mete de lleno en ese grupito de goles destacados. Y tiene tan valor para nosotros como el de Gainza en el segundo partido eliminatorio para el Campeonato del Mundo. Porque si éste valió para seguir el camino de Río aquel sirve para que la próxima temporada se milite en Segunda División.
El U. D. Las Palmas - justo es reconocerlo - no cuajó un buen parido. El no saberse desmarcar fue un defecto que se aprovechó el Melilla para ligar y desconcertar más. Destacaron aparte de Montes, Castañares, Yayo y Cedrés. Pero se salvaron todos por el alma que cada uno puso en la contienda en afán de alcanzar el triunfo, que llegó, precisamente, por ello.
Otro factor tuvo el U. D. Las Palmas para que las cosas no salieran como se deseaban: la lesión de Tatono. Tatono se lesionó a los veintitrés minutos y su completa inutilidad obligó a unos cambios que redundaron en perjuicio del conjunto. Pero claro Tatono cojo y todo, no dejó de poner su grano de entusiasmo hasta el punto que se lo permitía su inutilidad. En cierta ocasión, arremetió contra el portero del equipo visitante para dejarle maltrecho y dolorido. Y hasta cuando llegó el gol, se sintió con valor para tirarse al suelo, dando riendas a su júbilo incontenido.
De los equipos que nos han visitado, el Melilla ha sido el mejor. Hasta hace ocho días teníamos nuestra preferencia por el Ceuta, por aquello de que bordaba con un primor. El Melilla no borda tanto, pero borda. Teniendo la ventaja sobre su rival de "paisanaje" en que profundiza y aguanta más, poniendo en la pelea un ardor que le hace un contrincante temible.
Antes del gol el ambiente estaba enrarecido por el humo. No por el de los cohetes, sino por el que soltaba los cigarrillos que mantenían los aficionados locales entre sus dedos. Se fumó mucho. Pero el consuelo que tenemos nosotros, que tiramos al aire nuestra cajetilla, es que al final el que fumaba era el Melilla.
Y, ahora, en Segunda, que está si la suerte nos ayuda a una temporada de la Primera y... seguir soñando.
Los destacados. El Melilla es sin duda el equipo más profundo de cuanto nos han visitado en esta temporada. Juega al fútbol de campeonato, sin entretenerse en "gambeteos", buscando el hueco del gol. Así, presionó mucho y prodigó el tiro a puerta, dándole trabajo a Montes, que tuvo ocasiones para lucimiento, interviniendo con seguridad y acierto. Forné, el meta adversario, también tuvo trabajo, evidenciando buenas cualidades, bien colocado y seguro en el blocaje.
En orden de méritos, no puede escapar la labor de Valle, defensa lateral derecho de los visitantes, que no obstante tener a su cargo la vigilancia de Cedrés, que fue otro de los destacados por Las Palmas, jugó seguro, con buen quite, y perfecta colocación. Y el capítulo de "notables" por los visitantes, lo cerramos con Moreno, interior izquierdo, de juego fácil y buen regate, que fue un peligro constante, aunque en la segunda parte decayó considerablemente.
Castañares fue en nuestra zaga el jugador más seguro, tanto en el corte como en la entrega. Y Yayo, que empezó indeciso, terminó imponiéndose en la segunda parte.