Miércoles, 2 de julio de 1947
EN LA ESPERA...
Canarias, sigue aislada deportivamente
Todas las semanas, después de promoverse nuestro "caso" deportivo, esperamos la llegada del delegado especial de la Federación Española de Fútbol. Con esa natural esperanza, la afición canaria confiaba en ver resuelto rápidamente el conflicto planteado. Y no ha sido así. Ha pasado el tiempo lamentablemente y el problema está latente, sin solución alguna, porque desde las altas esferas federativas se nos sigue olvidando, sin reconocer nuestra historia y nuestra personalidad deportiva.
Lo que pudo solventarse desde un principio, allanando las diferencias y dando la pauta a seguir, ha tardado demasiado, con el perjuicio consiguiente para los intereses deportivos de la Isla. Un mes ha transcurrido y nada práctico hemos visto. Y mientras aguardábamos del organismo federativo local una resultante serena, ponderada y equitativa, observábamos cómo se encerraban sus elementos en su "concha de cristal", sin buscar la armonía ni el contacto para arbitrar serenamente el "caso" suscitado.
Si la misión de una Federación sólo se limita a dar vida a la letra muerta de lo legislado, digamos que esta Regional ha cumplido su deber. Más si esa misión lleva consigo velar por el prestigio de sus filiales y encauzar sus desavenencias tenemos que reconocer que no ha sido así. Por el contrario, olvidando su labor rectora se ha sentido parte lastimada e interesada, defendiéndose ella misma, sin objetividad alguna, buscando un culpable cuando no una víctima.
El deporte depara enseñanza. Y ésta de ahora confirma lo que reiteradamente hemos dicho: que no siempre tienen razón los que están rodeados de autoridad. Tal es el caso de nuestra Regional, que promovió un grave problema por sentirse parte y no juez. Y como parte en el conflicto, no ha querido fallar, sin antes consultar a sus superiores.
Unas sanciones económicas, cuya cuantía aún se desconoce. Pero, ¿eso es todo? ¿Y sobre quién recae la destitución del cargo de Presidente del Marino? ¿Se ha consultado o se ha pedido aclaración alguna? Nada sabemos, porque la confusión es de propios y extraños.
Y mientras llega el delegado especial, prosiguen los comentarios y las lamentaciones de nuestra afición, que ve el término de la actual temporada con desaliento y desesperanza, perdiendo su confianza en la máxima confianza: la Federación Española de Fútbol.
Los clubes están actualmente dirigidos por elementos que solucionan sus problemas económicos, abonando de su peculio particular las nóminas de los jugadores. Son muchos los esfuerzos y los sacrificios y escasos los ingresos. Por eso, si cualquiera de estos directivos vulnera lo legislado, suscitando un problema, la sanción pecuniaria la consideraríamos justa, pues se hizo acreedor a la misma. Ahora bien, suprimir de la actividad deportiva a esos elementos, no es solucionar el problema, sino ahondarlo y complicarlo. ¿Razones? Que no siempre se encuentran personas altruistas capaces de colaborar con desinterés económico en estos tiempos de severo profesionalismo.