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Lunes, 24 de agosto de 1948

MIRANDO A TU ALREDEDOR

El fútbol local a punto de desaparecer

LA DESBANDADA DE JUGADORES CONTINUA SIN QUE SE TOMEN MEDIDAS

 Los clubes locales, sus directivos y seguidores, así como la afición en general "tapan" actualmente todo el mal de nuestro fútbol con el tema de la desbandada de nuestros jugadores hacia clubes peninsulares. Y ello no tiene razón, porque son los propios clubes y las muchas directivas las que con su pasividad y desafortunada actuación están ayudando a esta enfermedad grave que parece el fútbol local. Por otra parte, la Federación Regional se ha mostrado impasible hasta el momento para cortar el mal. Se ha hecho público que "se gestionarán medidas para evitarlo", pero ello es tardío. Hay que reunir a los clubes, buscar soluciones, oír sugerencias y, a toda prisa, terminar en lo posible con esta muerte de nuestro fútbol que ya parece inevitable. Hay que afrontar el problema con valentía, sin miramientos de ninguna clase, ni para las colectividades o personas que puedan caer al golpe de las decisiones urgentes que se tomen. Terminar de una vez con esa guerra que se hacen los clubes por cuestiones particulares de directivos o por intereses encontrados. Todo menos permitir, con la mayor pasividad, que el fútbol canario, orgullo por múltiples aspectos del fútbol nacional, muera por ineptitud de unos y pasividad de otros.

¿Qué política están haciendo nuestros clubes? Nos gustaría desentrañar la clase de política que los clubes locales piensan que realizan al ceder con tanta facilidad a sus jugadores. Porque sería estúpido pensar que con lo que se percibe por dos o tres traspasos de los que ahora se realizan en Canarias solucionan los aprietos económicos que les ahoga. Así pasan las temporadas y, a pesar de los traspasos y sus ventajas económicas, los nuevos cuadros son más pobres aún que los de temporadas anteriores. ¿Qué el problema es del Estadio Las Palmas? Muchos años antes, cuando el Campo de Deportes España era único, los clubes, hermanados como no lo están hoy, dieron solución a un caso más difícil.

¿Se acuerda alguno de la afición? Sobre todo este ir y venir de mediocridades y valores en embrión  hacía nóminas mejores, no falta quien crea que los jugadores tienen su porvenir resuelto. Entre nosotros tenemos un periódico de Vigo en que en él se dice que el Deportivo de La Coruña ha dejado a nuestro paisano Polo en situación de transferible por treinta mil pesetas. Esto pasa con Polo, uno de nuestros mejores jugadores de los que marcharon últimamente. Pero esta sufrida afición, que sostiene lo insostenible, nadie se acuerda. Sólo se acuerdan, como en La Coruña, para pedirle ayuda a fin de poder pagar la ficha de los dos jugadores argentinos adquiridos últimamente ante el temor de que se "larguen", porque el club no tiene dinero en Caja. Y así están las cosas. Aquí pasa algo igual con la afición. Se le exige ayuda en el seno de los clubes, aportaciones extraordinarias. ¿Para qué? ¿Para estar sosteniendo a una empresa privada que explota el negocio del fútbol. Hay que pensar en esta afición  que también se desbanda hacia otros deportes.

Las dificultades del problema. El problema del fútbol local no es difícil. Tanta exportación de jugadores, quizá no nos alarmara tanto si la cantera fuera una realidad... Pero mientras para más de cincuenta equipos de fútbol no existe sino un campo de juego, aquella será siempre difícil. ¿Por qué no se han habilitado campos abiertos de fútbol? Con un poco de interés se hubiera hecho. Hay campos abandonados que se pueden rehabilitar para que los clubes, por lo menos entrenen. No se ha hecho nada, absolutamente nada.

La realidad que nadie puede negar. La realidad del fútbol local es que se muere. A muchos le parecerá exagerada nuestra afirmación por el hecho de asistir a todos los encuentros de fútbol. Se entretienen y les basta. Pero no comprenden el mal interior. No quieren o no saben ver que ni tan siquiera van a poder continuar diciendo: "esto ha sido regular". Llegar un momento en que se aburrirán totalmente a pesar de las críticas dirigidas y convencionales que, con  un tapado de rosas, intenta paliar la gravedad del fútbol canario, que se muere sin remedio, porque nadie, absolutamente nadie, toma las medidas que el caso requiere para evitarlo. Pero medidas urgentes y efectivas. Nada de literaturas ni frases: realidades.