HISTORIA DEL FÚTBOL CANARIO
- Retrospectiva -
Sábado, 27 de junio de 1942
FUTBOL: Quien es quien...
LIGA INTERREGIONAL (1942)
1 - MARINO F. C. // R. C. VICTORIA - 1
Empatan a un tanto "azules" y "albinegros" y éste gana así el subcampeonato
Un encuentro lleno de interés, jugado a gran tren, dentro de una gran corrección pese a lo que se jugaba, presenciamos en la tarde de este sábado en la cancha del "Pepe Gonçalvez" completamente abarrotado. Fue uno de los partidos más emocionantes de la Liga y el que con más regularidad se jugó desde el primer momento, durante el cual no decayó sino en contados minutos la rapidez del juego por el agotamiento de los hombres. Tanto uno como otro se habían preparado para vencer y la suerte no protegió a ninguno en este aspecto, pues dio un empate, pero éste benefició al Victoria por el "gol average", dándole así el título de subcampeones regionales.
Desde el primer momento, en todos hubo la misma idea: presenciaremos un gran partido y así fue, pues durante los noventa minutos se estuvo siempre pendiente de la pelota y está ando de un terreno a otro impulsada con fútbol bastante bueno y regular combinación, existiendo el peligro tanto en una como en otra portería, aunque la victorista estuviera mejor defendida y la azul quizás más situaciones difíciles comprometida, pero salvadas por la decisión de su portero.
En la primera parte el juego alternó, jugando estupendamente ambas líneas medulares, destacando la labor de dos hombres. Farías y Mentado, que hicieron un partido magnífico. El juego, como hemos dichos, fue nivelado y trenzado con gran rapidez. El único tanto victorista lo hizo Jorge, al rematar un centro de Penichet, que Salto se entretuvo y al ser cargado, les desviaron a la red. En la segunda parte, los azules presionaron más y fueron más peligrosos ante la portería de Calvo, pero éste estuvo bien y Cástulo salvó situaciones comprometidas con intervenciones magníficas y llenas de ciencia. A los veinticinco minutos se derrumbó la portería blanquinegra al disparar un chut Saura cuando se había formado una melée ante los dominios de Calvo, no pudiéndolo evitar éste. A partir del empate se animó más el encuentro y unos y otros bregaron con corazón para alcanzar un nuevo gol, pero todos los esfuerzos fueron inútiles, pues se dio por terminado el partido a la hora reglamentaria con un empate a un tanto.
Don Juan García hizo un buen arbitraje.