HISTORIA DEL FÚTBOL CANARIO
- Retrospectiva -
Domingo, 10 de mayo de 1942
FUTBOL: Quien es quien...
LIGA IN TERREGIONALE (1942)
1 - C. D. GRAN CANARIA // REAL HESPÉRIDES - 2
Los laguneros se impusieron a los merengues en la cancha del Pepe Gonçalvez
No imperó el buen fútbol, sino el entusiasmo. Fue merecida la victoria lograda por el Hespérides lagunero sobre el Gran Canaria. Y lo fue porque pusieron en la lucha más entusiasmo y más deseos, aunque no llegaran a practicar un buen fútbol, lo que suele denominarse buena combinación de la pelota. Jugaron con una sola ilusión: Vencer. Sus - adversarios no tuvieron ni eso: se mostraron apáticos, como si para ellos ni tuviera el partido interés alguno y cuando se movían en el campo no ponían en sus movimientos ni valentía ni cariño al club y así no se puede ni jugar ni ganar. Esto desde luego, nunca se puede conseguir si no se emplea el hombre a fondo. De todas sus líneas, la defensa sobresalió, aunque la medular también trabajó bastante y si no rindió más, fue porque en sus interiores no encontró nunca apoyo.
Guerra, hombre desafortunado. Quizás fuera un motivo de desánimo en los merengues la poca suerte de su delantero centro, que tuvo cinco o seis balones frente al marco, fáciles de hacer llegar a la red y no lo hizo en ninguna ocasión en la primera parte. Costaba mucho trabajo a Guerra cambiarse de posición o llevarse el balón en acto de valentía para adentrarse y tirar con habilidad y por eso falló aquellos balones. También su compañero Popo corrió mala suerte y sus tiros dieron en los jugadores contrarios, que desviaron a córners diversas pelotas. Y Polo, que no logró enviar una con acierto. Únicamente los extremos, Talavera y Paredes, tiraron con mucha intención, pero la suerte no les acompañó, pues en la ocasión de Paredes, el meta batido, se salvó por la cabeza providencial de un defensa.
Una primera parte regularcita. Fue la primera parte regularcita en juego. Unos ratos en que el balón estuvo en las zonas de Paredes y Andrés, extremos izquierda de los respectivos clubes. Corrieron y centraron el balón con habilidad, pero sus compañeros no supieron aprovechar sus servicios.
El gol y termina la primera parte. Se marcó el primer tanto a los veinte minutos de juego. Lo hizo Andrés, el buen extremo izquierda hesperidista en una jugada personal bella, de gran jugador y de hombre conocedor de la misión de ala, que se acercó con habilidad para tirar cruzado y meter el balón en el marco. Se aplaude la jugada. Después, peloteos y venga sin ligar y mucha apatía en los nuestros. Polo no logra alcanzar un solo balón de los córners que sacó Paredes y Talavera y se llega a los cuarenta y cinco primeros minutos.
Una segunda parte bastante pobre. El resto del partido fue de una calidad mediana. No se vieron sino contados minutos de buena combinación de la pelota, cuando Braulio y Andrés la jugaban o cuando Paredes recibía algún que otro balón de Popo o Cedrés. Y no hubo nada más de importancia, sino los goles, que siempre son interesantes. El primero, el empate, lo consiguió Guerra en jugada rara, al desviar o mandar al marco un balón que se encontró en su camino. Y esto a los dos minutos de esta parte, en que todos esperaban la reacción blanca. Luego, a los quince minutos, una indecisión de la defensa merengue la aprovecha Braulio para hacer el tanto de la victoria. Y con un juego casi sin interés, pues el Hespérides se defendía y trataba de que pasara el tiempo lo más rápidamente posible y sin muchas complicaciones ante su meta, se llegó al final del encuentro.