HISTORIA DEL FÚTBOL CANARIO
- Retrospectiva -
Domingo, 19 de abril de 1942
FUTBOL: Quien es quien...
LIGA INTERREGIONAL (1942)
3 - C. D. GRAN CANARIA // C. D. TENERIFE - 4
El Club Deportivo Tenerife, todo un "señor" equipo
El Gran Canaria no mereció la derrota
Continúa su brillante carrera de triunfos el Deportivo Tenerife. No hay forma de lograr que una vez experimente el amargor de la derrota y sepan lo duro y terrible que es eso. Sus actuaciones se cuentan por victorias y todas ellas en magnífica forma, que es la razón y el secreto de las mismas. Tiene el Deportivo lo que suele decirse un señor equipo y por ello ganan todas las batallas. Además, observan en el campo una colocación tan formidable, que les da un aumento en el porcentaje de aprovechamiento de sus energías. Sus hombres no tienen que corretear por el campo fuera de su órbita de acción, porque dificultarían las actividades de sus compañeros sin lograr beneficio alguno, sino que juegan equilibrando el esfuerzo y colaborando con el compañero más cercano y mejor colocado, teniendo de antemano una idea exacta del terreno y esto es una ventaja tan formidable, que un cincuenta por ciento de energías se economizan y se emplean cuando es llegado el momento de ganar un encuentro en el último momento o mantener un resultado honroso en los minutos finales.
Y ganó hoy el Deportivo porque jugó más, demostró ser más equipo hasta el último minuto. No se desinflaron, cosa que ocurrió a los merengues. ¿Qué hubiera pasado si el primer gol lo marca el Deportivo? Cualquiera lo sabe. ¡Tantas cosas se hubieran producido! ¿Y qué hubiera pasado si el "nazareno" señala el primer penalty de los tres que hizo el bando visitante? Pues, que hubiera cambiado la faz del partido y el resultado. ¿Y qué si se llega a señalar aquella falta, que a nuestro parecer precedió al gol de la victoria tinerfeña? Pues, que hubiera habido empate.
Hemos dicho que el Gran Canaria se desinfló y así fue. Pero lo más extraño del caso es que pasaba esto cuando mejor era su situación y cuando más le jaleaba el público. ¿A qué se debió? A que falló el medio centro y a que los interiores jugaron muy retrasados y con demasiada lentitud, sobre todo Polo. También Talavera estuvo desganado, pero sin embargo Paredes fue un constante trabajador y jugó con muchas ganas, siendo él el autor moral de los tres tantos de nuestro equipo.
La victoria del Deportivo es merecida. No hay discusiones posibles, pero tenemos que hacer constar con la misma lealtad que no tenía necesidad el once tinerfeño de emplear el juego peligroso, truquista, para mantenerse en el campo con toda deportividad. Quintana, Delgado y Victoriano nos parece que no tienen que emplear ciertas cosas para jugar bien. Tampoco Abel necesita de ciertas protestas para defender a su club y mirar por él, pues hay veces en que los nervios se deben contener y mucho más cuando se trata de la autoridad del árbitro en el terreno de juego. Hay cosas que están mal y resultan feillas. Nada más que feillas.
El encuentro. A las cinco menos cinco, bajo la dirección del señor García (don Juan), se forman así:
Gran Canaria: Antonio; Naranjo, Gregorio; Cedrés, Arbelo, Ceballos; Talavera, Polo, Guerra, Popo y Paredes.
Tenerife: Abel; Quico, Delgado; Néstor, Calixto, Victoriano; Eusebio, Martín, Quintana, Semán y Rosendo.
Saca el Gran Canaria y pierde el balón, observándose algunos nervios. Los tinerfeños van a la puerta, pero despeja Naranjo y el balón va a los pies de Paredes, que escapa y centra largo, tratando de rematar Guerra, pero se le escapa. Sin embargo, llega Talavera y desvía el cuero a la red. Van cinco minutos. Reacciona el Deportivo y pasa a dominar, mandando en el campo por su mejor juego. Hay diversas situaciones de peligro ante la portería canaria, salvando Antonio, que tuvo una actuación lucida. La defensa se defiende bien, pero la media no carbura lo suficiente. Únicamente Ceballos, que estuvo hecho un valiente, salvando situaciones comprometidísimas.
Y llegamos al minuto veintidós, cuando el público jaleaba intensamente y con gran entusiasmo a los nuestros, que es donde se marca el empate, obra de Quintana, al rematar un centro de Rosendo, que había devuelto un balón largo de Eusebio. Los tinerfeños juegan mejor, abusando un poco su defensa de las violencias, especialmente Delgado. También emplea ciertos truquitos Quintana, sin necesidad de ellos. Ante esto, Gregorio responde igual y la cosa se va poniendo "negra" que es el color de la camiseta y los pantalones de los muchachos del Gran Canaria.
Se escapa Paredes y su centro lo corta con la mano dentro del área el defensa derecho, pero el "nazareno" - que no estaba en la "gonga", que conste - no señala nada. Y siguió el juego y el árbitro dirigiendo el encuentro. Alguien se sonrió y algunos tuvieron una risita de buen humor. Ceballos salva un gol seguro y Guerra pierde una ocasión por precipitación. Y llegamos al minuto cuarenta en que Quintana hace el segundo al rematar un centro de Rosado y dos más tarde hace el tercero al empalmar un pase de Semán, terminando el primer tiempo con tres a uno a favor de los tinerfeños. Los comentarios en el descanso de que en la segunda parte será la catástrofe, recordándose una cifra fatal: el 7 a 1 de marras. Sin embargo, en la siguiente fase, los merengues llegan con más ánimos y juegan mejor, más valientes y logran un gol a los cuatro minutos, obra de Polo al cargar valiente y difícilmente al portero cuando éste había blocado un balón alto. Se protesta la jugada, pero el juez de campo no admite rectificación. El público intensifica sus gritos de ánimo y los merengues van en busca del empate, que no consiguen al haber dejado señalarse un penalty a Quico, defensa tinerfeño por retención del balón frente a la raya de gol y de haber malogrado Popo una oportunidad al fallar un penalty que se señaló, ¡al fin! La jugada del empate fue un centro de Paredes que remató sobre la marcha Polo y entró directamente en la red. Nuevamente protesta Abel. ¿De qué? Serán cosas del nuevo Reglamento.
El Gran Canaria se ha mejorado mucho en esta segunda parte y ahora mantiene cierta presión sobre la defensa tinerfeña. No tienen suerte, pues Guerra pierde una ocasión y Popo otra, no siendo lo suficientemente afortunados en los centros que ha lanzado Paredes. Los visitantes hacen uso de un juego poco correcto y Naranjo y Gregorio toman represalias, notando ciertas faltas por ambas partes que no estaban nada bien. El "nazareno" no castiga por miedo a la quema. El público sigue jaleando a los merengues, pero éstos no logran el tanto de la victoria. Sus jugadores están casi agotados. Polo muy lento; Popo cansado, Arbelo, sin ánimos para más y así hasta que faltando tres minutos para dar fin, Rosendo centra un balón largo, que recogió en posición dudosa, rematándolo Martín y haciendo el cuarto y último gol de la tarde que da al Deportivo Tenerife dos puntos más que hacen ya un total de diez con cinco partido.
¿El arbitraje? Se preguntarán ustedes. Un ratito con el Reglamento de "antes" y el resto, que era un rato de los grandes, con el "mesmito que se interpretaron las reglas de juego el pasado domingo". Y ya con esto está bien ¿no?