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Partido final

 PARTIDO FINAL

Partido final.  Derrotados que fueron, en las eliminatorias, los equipos "Porteño", "Artesano" y "Central Sporting", en lucha con el "Marino" los dos primeros y con el "Victoria" el último, quedaba ver la más interesante y el público esperaba con marcadísima impaciencia el deseado momento del interesante encuentro.

Tenían ambos equipos, el "Marino" y "Victoria", especialmente éste último una bien cimentaba fama. Por eso la impaciencia y el deseo de verlos eran tan grandes. Se hacían cábalas y augurios, y hasta hubo quienes cruzaron apuestas, de alguna consideración. Del resultado de la partida se esperaba además saberse, que equipos contaba con elementos más poderosos.

Así las cosas, llegaron el domingo, doce de octubre de 1912. El campo del "Rompeolas", presentaba un hermoso y soberbio aspecto. Un público numerosísimo invadía el campo destinado a los jugadores y sus lados laterales, era materialmente imposible moverse con soltura, y sin tropezar a cada momento, entre aquella masa heterogénea de espectadores.

Pertenecemos al número de los antiguos jugadores y podemos asegurar, sin temor a pecar de exagerados, que nunca habíamos visto un número tal de personas, entre las que daban la nota simpática infinidad de hermosas señoritas, presenciando una partida de foot-ball.

A las cuatro y media da comienzo la partida. Actúa  de "referee" un señor inglés, desconocido. Dada la señal, arrancaron con el balón los del "Victoria" logrando llegar hasta la puerta contraria, aún cuando sin resultado. La lucha es cada vez más empeñada. No han defraudado los jugadores de uno y otro equipo, las esperanzas del público, de presenciar una partida interesante.

En un inicio, al menos, con buenos propósitos por parte de ambos contendientes y después del "estudio" del primer momento, las "piezas" empiezan a moverse a gran ritmo, bajo la expectación y apasionamiento nunca visto.

Las fuerzas se mantienen igualadas y los "teams" se desenvuelven contaminados por el gran ambiente de los graderíos. A medida que avanza el tiempo el conjunto albinegro toma la iniciativa del partido, mientras que el "Marino" cedía mucho terreno.

El entusiasmo va creciendo por momentos, los jugadores se multiplican. Se cargan con rabia, sin compasión. El público se contamina y aplaude con delirio las jugadas, Una ola de nerviosidad, hace temblar a los espectadores, cual si estuvieran sus cuerpos ateridos por el frío, y sin embargo el calor es sofocante.

Ahora la partida se desarrolla en el campo del "Victoria", estos no obstante la furia con que sus "delanteros" y "medios" atacan se ven en situaciones muy apuradas, y gracias a sus admirables y temidas "defensas", logran contener, el combinado empuje de los del "Marino".

Una y otra vez, en admirables y rápidas combinaciones, con una precisión jamás vistas por nosotros, invaden los del "Marino" el campo contrario, y una y otra son rechazadas con arrojo por las "defensas" del "Victoria". Todos esperamos de un momento a otro, dada la superioridad demostrada por el "Marino", ver entrar la pelota por la puerta del "Victoria", a pesar de la tenaz resistencia de sus "defensas". Pero, no fue ello así, una fuerte "patada" de un jugador del "Victoria", Juan Marrero, desde la mitad justa del campo, hace recorrer el balón la distancia que le separaba de la puerta del "Marino" y atravesó esta sin que el "guardameta" pudiera detenerla, en su trayectoria.

¡Goal! Clamaron por todas partes, aplausos y vivas atronan el espacio por largo rato. El tanto espoleó a los del "Marino" que toma la ofensiva, pudiendo marcar a renglón seguido, pero el portero del "Victoria" consigue despejar con la punta de los dedos un tiro potente, en magnífica estirada, junto a la base del poste izquierdo. Pero, la partida no ha terminado aún, ni siquiera el primer tiempo, los del "Marino" confían todavía en el desquite, y a él van con el mismo ardor que al empezar. Las combinaciones han de hacerle triunfar y no desesperan de conseguirlo.

Se reanuda la partida. El "Marino" avanza impetuoso, no dejan parar la pelota, ni a los contrarios. Se acercan muchas veces a la puerta contraria, otras tantas se ven precisados a emprender sus acometidas, la línea de "defensas" contrarias es infranqueable. No importa, siguen firmes y serenos, se les rechaza una vez y atacan cinco, son incansables.

¡Al fin! Un tiro bombeado de Matías Miranda. La pelota ciega va a las manos del "portero" del "Victoria", rebota y se cuela dentro. ¡Goal!

Ni que decir tiene. Las pasiones se desbordaron y los aficionados del equipo "marinista" invadieron el terreno de juego, manteniendo discusiones y alteraciones, pues unos decían que el balón pasó o no pasó  entre los tres palos de la portería, según quien lo dijera (las porterías no tenían redes) de un bando u otro.

Hay unos alborotos. Los del "Victoria" alegan que no ha sido "goal", sin embargo nosotros que estabamos cerca aseguramos que lo fue, además el "referee," así lo ha dicho también. Pero hay presidiendo esta partida un jurado compuesto en su totalidad por individuos afectos al "Victoria", aún más, don Bernardino Valle y Gracia, donante de la copa y presidente honorario del mismo, forma también parte de ese jurado, no sabemos con que carácter. Este jurado que no tiene razón de ser, manifiesta que no ha sido "goal".

Era lo que nos quedaba que ver, un jurado constituido por si y antes, pues por los equipos concursantes no fueron elegidos, dice rotundamente no donde un Juez de campo, con todas las atribuciones que le confiere un reglamento dice sí.

La partida no pudo continuarse. Se jugará por lo tanto el próximo domingo. ¿Quién vencerá? Lo veremos.