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José Zuppo Núñez

 NUESTRAS FIGURAS DE HOY

JOSÉ ZUPPO NÚÑEZ

José Zuppo Núñez. El periodista Rafael González Morera, "La Provincia", lo define como sigue: "José Zuppo Núñez nació en Santa Cruz de Tenerife en 1924. En el barrio de La Paz comenzó a darles las primeras patadas a pelotas de trapo, como todos los niños de aquellos años de guerra civil, carestía, cartillas de racionamiento. Pepe Zuppo pronto destacó en los equipos infantiles, en el de su barrio de la calle Castro, aledaño a la plaza de La Paz santacrucera. Sería en el Infantil Marino, de La Laguna, en donde ya empezó a jugar en serio, con "equipaje y botas". Y una temporada después al Santa Cruz, filial del Club Deportivo Tenerife. En 1941 Victoriero se fija en Zuppo, y al año siguiente junto con Luis Molowny se lo trae al Marino.

En el Santa Cruz ya empieza a perfilarse como en excelente centrocampista, aunque por esos años la terminología era "interior de enlace", pero Pepe Zuppo tenía una gran llegada a la portería rival, y además un excelente tiro a gol. En el campo de "La Manzanilla" y en el de Santa Cruz, hace excelentes encuentros, y con 15 años se va al Aceró de Los Llanos de Aridane. Un directivo palmero le había visto jugar con el Santa Cruz, frente al Real Hespérides, de La Laguna, y convence al padre para que le dé permiso y llevárselo a Los Llanos de Aridane. "En el Aceró hice muy buenos amigos, en Los Llanos de Aridane pasé un año y pico muy agradable, llegué con 15 años, y jugaba ya con el primer equipo de entrada.

El fichaje por el Marino a través de Victoriero. Al año siguiente se produce el contacto de Victoriero, que lo había recomendado al conjunto blanquiazul desde que jugaba en el Santa Cruz. Al fichar en el equipo popular, junto con Luis Molowny, se va a vivir a una pensión de la calle Perojo. Tenía 17 años y las normas eran muy estrictas en la época para jugar en Primera Regional. "Me falsificaron la ficha, poniéndome que ya había cumplido los 18 años, y empecé a jugar. Todavía se disputaban los partidos en el Pepe Gonçalvez, los Victoria-Marino en aquel campo revolucionaban a toda la ciudad, nos íbamos en "la Pepa", en guagua, incluso en barcos que salían del Muelle de Las Palmas, y los partidos eran realmente un acontecimiento". Nos recita con excelente memoria una alineación del Marino: Cristóbal; Pancho Polo, Victoriero; Juanito Rosado, Carmelo Campos, Bartolo; Pinilla, Zuppo, Oramas, Molowny y Cabrera.

Nos cuenta con todo lujo de detalles un partidazo entre el Victoria y el Marino, que terminó 5-4 a favor del conjunto de Las Palmas. "Comenzamos marcando nosotros, y luego se produjeron cuatro empates, siempre el Marino por delante, en un choque vibrante, el público lo pasó en grande: cuando iban 4-4 faltando quince o veinte minutos, lo pasamos muy mal, el Victoria apretó de lo lindo, vi por momentos el partido perdido, Cárdenes era el medio victorista que me marcaba, un jugador durísimo, correoso, pero un caballero. A falta de tres minutos Pinilla agarra un balón que le sirvió en largo Bartolo, y centra muy medido, la empalmé sin parar y conseguí el gol de la victoria". Nos cuenta la fiesta que se organizó después del partido, el Marino "tomó" el Puerto, los bares Ferreras, Juan Pérez, y la madrina del Marino, doña Adela Arnau, subida a un coche descapotable jaleando a los aficionados. "Hubo sus más y sus menos, porque nos fuimos hasta la sociedad del Victoria y algunos llegaron a las manos. Pero no paso nada grave, cosillas del fútbol, y de la gran rivalidad". En el Marino vive con intensidad una etapa espléndida "hacía con Pinillas un ala derecha muy peligrosa, en la pensión de Perojo viví muy cómodamente, con Molowny y Cabrera, antes de marcharse estos dos compañeros al Real Madrid".

En la temporada 1947/48 el Huelva se interesó por él, y juega dos espléndidas temporadas. Tanto destacó, que lo fichó el Real Oviedo, que estaba en Primera División. "Estuve tres temporadas, formé parte de aquella delantera formada por Antón, Zuppo, Lángara, Herrerita y Emilín. En una ocasión le ganamos al Barcelona en casa, tenían un equipo fabuloso, con Ramallets, los hermanos Gonzalvo, Basora, César, Moreno, Manchón. Marqué en ese partido el gol de la victoria, a centro de Antón".

Otro partido que tiene especial recuerdo para Zuppo fue el debut en el club asturiano, además el primero que jugó contra el Real Madrid en Chamartín, con Luis Molowny en el bloque rival, se enfrentaron dos ex marinistas. "De ese partido recuerdo que un encontronazo fortuito con Muñoz me lesioné. Y tengo también en la memoria el partidazo que se hizo Luis Molowny, volvió loca a la defensa de Oviedo. Nos ganaron me parece que por 4-1". Del Oviedo inicial que se encontró Zuppo, después de la retirada de Lángara y de Herrerita, entre otros veteranos, en la tercera temporada era otro distinto, y por entonces llego a jugar de extremo derecho, con Sará de interior, Echevarría en el eje del ataque, y Salaverri y Riestra como ala izquierda del ataque.

Tras tres brillantes temporadas con el Oviedo, al no aguantar el clima de la ciudad oventese, se decide volver al Recreativo de Huelva, en donde juega cuatro temporadas más. Luego estuvo en el Jerez Industrial, y por último se retiró en el Ronda, en donde se sacó una plaza en la policía municipal. Hasta los 44 años estuvo en Ronda, y fue Juan Beltrán el que le convenció para que volviese a Las Palmas "le estoy muy agradecido a Juanito Beltrán, que en paz descanse, y además me consiguió el trabajo de vigilante en el Colegio 24 de Junio de Zárate, en donde me jubilé". Está casado con Primitiva Santana Alonso, y recuerda Zuppo el frío que pasó también su mujer en Oviedo, en los inviernos, y la niña pequeña, que también se lama Primitiva. Completa la familia con una nieta, Pepa, que además es una excelente jugadora de fútbol. La razón, claro, es que el abuelo la enseñó allá en el barrio de Zárate a darle patadas al balón. Sin duda, nos dice, las mejores clases que ha dado en su vida, a su nieta Pepa, por la que siente auténtica debilidad".