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Partido: 19-07-1914

 Domingo, 19 de julio de 1914

  • SELECCIÓN JUGADORES DEL PUERTO
  • MARÍTIMO, de Funchal

0 - 0. La primera selección de jugadores locales se trató de hacer para enfrentarla al equipo "Marítimo", de Funchal, que venía precedido de justa fama. Dijimos se trató de hacer, porque no llegó a plasmar el buen deseo que en principio a todos animaba, más que nada al discutir asuntos de poca monta, olvidándonos de la finalidad que entrañaba el resultado de este encuentro por la trascendencia y fama deportiva de la Isla. Fue criterio cerrado de los clubes porteños seleccionar a cuatro jugadores del "Marino" a saber: Matías Miranda, Pedro García, León García y Elíseo Ojeda; cuatro del "Victoria": José Prada, José Antúnez, Juan Marrero y Francisco Santana, y los tres restantes del "Porteño": Juan Pérez, José Mujica y Francisco Medina. Los clubes de Las Palmas no compartían el criterio de representación proporcional entre los equipos más destacados, toda vez que así quedaban excluidos dos magníficos jugadores como Francisco Rivero y Miguel Rosa. Lejos de armonizarse las dos opuestas tendencias se distanciaron más, hasta el extremo de hacerse la selección a base de los "equipiers" del "Porteño" y "Victoria" solamente.

La formación local fue como sigue:

Pancho Medina; Prada,Jorge; Pablo, J. Antúnez, Mujica; Pancho Santana, J. Marrero, Juan Pérez, Cristóbal Martín y Truta.

Juez de la contienda: Feliciano Perdomo.

El Campo de Deportes Santa Catalina presentaba un aspecto imponente; público de todos los rincones de la isla y bastantes aficionados de Tenerife, unos por afición y otros por curiosidad; la animación era enorme.

El público que asistió hoy al espectáculo fue extraordinario. Hubo cambio de ramos de flores y banderines; sonó el silbato del árbitro y empezó el juego.

Los portugueses un soberano equipo; su delantera ágil y valiente, se filtraba constantemente por entre la defensa local, poniendo a prueba las condiciones meritísimas del guardameta canario, pero si nuestros equipiers se vieron sorprendidos por el juego de los lusitanos, pronto se rehicieron y empezó a carburar la delantera canaria, apoyada estupendamente por la formidable línea media Pablo-Antúnez-Molinero. La masa, plena de entusiasmo, tanto aplaudía a unos como a otros, pues ambos "teams" ribeteaban hermosas jugadas sobre aquella cancha impropia para encuentros de tal envergadura, y llegó el "half-time", sin que marcasen ningunos de los contendientes.

Al empezar el segundo tiempo temíamos algo desabrido; lo más peligroso del ataque madeirense era el ala derecha, por su rapidez y sus constantes tiros a la puerta, pero allí estaban dos formidables puntales: Molinero y Jorge, que tuvieron una actuación meritísima.

El "forward" lusitano Da Silva, no hacía sino pedir centros a su extremo derecho, a quien pasada con periodicidad, pero éste y su interior, amarrados por Molinero y Jorge, no podían servirles los balones que pedía. ¿Fue mala fe? ¿La fatalidad? Yo creo que fue esto último. En un fuerte ataque a la puerta canaria, el centro delantero portugués, abandonó su sitio y se corrió al extremo; no pasó nada, pero el medio canario vio claro que iban por él; al cabo de un corto plazo, al repetirse el lance, hubo entre el centro delantero y el medio canario tan fuerte encontronazo que Da Silva cayó al suelo dando gritos. Reconocido en la misma cancha por un facultativo, se vio que tenía fracturada la pierna y ante aquella desgracia, en la cual ninguno tuvo la culpa, sino la fatalidad, se suspendió el partido, quedando cero a cero.

Por la noche fueron los portugueses obsequiados en el Hotel Rayo.