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El campeonato llega a...

Jueves, 30 de marzo de 1950

 

  • Real Club Victoria
  • Marino F. C.

 

El campeonato llega a su fin

2 - 2. Este intranscendente partido entre dos rivales que se conocen de "toda la vida", termina con empate a goles. Los marinistas consiguen salir imbatidos, nadie a osado ganarle, mientras que los albinegros no saben lo que es el dulce sabor de la victoria, todas derrotas, salvo el presente empate.

Un partido sin pena y con bastante gloria (por los goles), eso sí, los "eternos rivales" en el terreno de juego se miran con "cara de perro"  y no quieren hacer otra cosa sino "castigarse" unos a otros.

Lo mejor del encuentro los abundantes goles, que es la salsa que divierte al espectador y también sirvió para que las aficiones de ambos se ilusionaran con el juego desarrollado por sus respectivos equipos, sin reservas de ninguna clase.

Del partido comentaremos que los dos conjuntos jugaron a lo práctico. Movieron la pelota con criterio, buscando la portería del contrario, hilvanando jugadas que deleitasen al respetable, dando muestras de la gran calidad futbolística de sus jugadores que todos sabemos atesoran, tanto una como otra escuadra. En una palabra, querían dar alegría a un graderío porque saben que se sienten arropados por estos fieles sufridores y seguidores de unos colores que le hacen "tilín".

El choque, muy disputado hasta el último minuto, tuvo diversas fases de dominio, pero en términos generales se acusó más compenetración en el bando azul, que mantuvo el peligro más cerca.

El objetivo se cumplió y tanto uno como otro, han demostrado y demuestran la "profesionalidad" en un terreno de juego, ilusionando a sus seguidores de "siempre", victoristas y marinistas // marinistas y victoristas. ¡Y lo consiguieron!

Los goles: Un solo gol en la fase inicial, sellado por el Victoria a los veintiocho minutos en un centro pasado de Macías que Tito cabeceó hasta las mallas. A las diez minutos de la reanudación, Macías realiza una brillante jugada por su banda, llevando muy bien el esférico para ceder a Felo que apura la jugada y dispara angulado imparablemente llevando el segundo tanto a su casillero.

Ocho minutos después, en pleno dominio azul, Zabala pone punto final a un fallo ante los palos de Mentado y sube el primero de su equipo. Por el minuto veintisiete llegó el gol de empate, el más bonito y mejor trillado. Todo el ataque azul borda una jugada corta y con balón a tierra avanzando hacía los dominios de Mentado. La jugada, rápida y serena, terminó con un tiro de Zabala que era el empate merecidísimo.

Juan García arbitró sin complicaciones.