Secciones Históricas

Partido: 07-09-1947

Domingo, 7 de septiembre de 1947

 

  • CLUB DEPORTIVO TENERIFE
  • REAL MADRID

 

STADIUM TENERIFE

 Los madrileños sufren la primera derrota en Canarias

EL DEPORTIVO TENERIFE LE SORPRENDIÓ VENCIÉNDOLE

 

2 - 0. El cuadro merengue Campeón de España, el Real Madrid,  hizo su presentación en el Stadium de Tenerife, ante numerosísimo público que asistió al encuentro. Había lógica expectación por el "match" después de los resultados y comentarios llegados de Las Palmas sobre la calidad del club madridista. También el partido había adquirido el tono de "gran acontecimiento deportivo". Al hecho del debut del Campeón de España - que ya es bastante - se unía el de la inauguración de la nueva grada de general, que da al conjunto del Estadio una impresión magnífica, de cosa hecha en grande y que viene a llenar una necesidad de largo tiempo deseada y reconocida. El aspecto general del Estadio ha ganado muchísimo con esta nueva instalación y así podrá cumplir sus obligaciones para con la masa de aficionados al deporte del balompié.

Repetimos que existía un ambiente espléndido para este primer encuentro del Real Madrid. Y la confirmación la tuvo hoy en la tarde en la visión magnífica que ofrecía el Estadio. Sus gradas totalmente ocupadas y en la masa de espectadores gran emoción y ansiedad por el comienzo de la lucha.

El partido satisfizo al público por el juego que desarrolló el Deportivo y por el resultado final, favorable a los locales por dos-cero. Aún cuando el tanteo debió ser superior por lo menos en otros dos goles más. La suerte no quiso acompañar a los nuestros y ella fue la causante del sólo dos-cero final.

Durante el transcurso de los noventa minutos de juego, el cuadro que más sobresalió fue el Deportivo Tenerife. Puede decirse que siempre fue él quien llevó la iniciativa, quien puso en la brega más alma, más entusiasmo, enormes deseos de victoria, que consiguió merecidamente por el dominio casi completo que ejerció sobre el cuadro campeón visitante.

En las dos partes el dominio fue favorable a los tinerfeños. Fueron éstos más peligrosos en sus avances, más decididos en el disparo al marco y más nobles y correctos, no empleando - probablemente por falta de "conocimientos técnicos de la materia" los trucos de sus adversarios, quienes en muchísimas ocasiones jugaron algo más que "duramente": lo hicieron violentamente, intencionadamente, y cuando no, lanzado la pelota fuera para dejar transcurrir el tiempo y aspirando a no perder por tanteo más elevado.

No ha recibido el público tinerfeño la impresión que esperaba del Real Madrid. Sus informes sobre el gran equipo campeón han sufrido un duro golpe al verle actuar sobre la cancha del Estadio y ante un cuadro provinciano en no muy excelentes condiciones y sin grandes figuras en sus filas. Sin embargo, nos reservamos nuestra impresión crítica para el segundo partido, el del jueves, que se espera con mayor verdadera valía técnica del "once" merengue madridista.

Al salir a la cancha los jugadores del Madrid fueron recibidos con una ovación cerrada, así como los del once titular, del que se esperaba sólo una actuación cargada de entusiasmo, de pasión, de deseos de merecer los honores de enfrentarse al cuadro Campeón de España.

Y comenzó el juego tras alinearse los equipos de la siguiente forma, bajo la dirección del colegiado con Ángel Padrón:

Madrid: Bañón; Sport, Clemente; Pont, Ortiz, Huete; Alsúa, Barinaga, Pruden, Alonso y Vidal.

Tenerife: Manolito; Isidro, Chicho; Mora, Medina, Victoriano; Eusebio, Abelardo Molowny, Andrés, López y Peregrino.

Puso en juego el balón el cuadro local, realizando buenas combinaciones. Una de ellas verificada a los cuarenta y cinco segundos, termina con un centro espléndido de Eusebio, que Andrés remata sobre la marcha en forma imparable, lográndose así el primer tanto, que el público saluda con una ovación cerrada, que anima a los locales. Los madrileños no decaen por ello y tratan de contraatacar. Juegan con su método de pases cortos, acercándose a la zona peligrosa tinerfeña, pero en ella la zaga lo corta todo, sobresaliendo su magnífica labor. No le acompaña como debe la media, que no tiene la tarde deseada para conseguir una ventaja mayor. De ahí la razón porque los tinerfeños no aumentan el tanteo. El dominio continúa iniciándose de parte de los muchachos del Deportivo, estando muy activa y codiciosa su delantera, la que hace entrar en juego constantemente el trío defensivo madridista, viéndose obligados Bañón a intervenir en situaciones muy comprometidas para su marco, salvando balones peligrosos.

Son contadas las ocasiones que los delanteros merengues visitantes se acercan al área de Manolito, quien en dos momentos sólo interviene para interceptar balones que fueron dirigidos a su marco sin potencia ni picardía. Los madridistas disparan desde cualquier distancia, deseosos de marcar, pero el balón pasa lejos de los palos. Y así, con dominio y mejor juego del Tenerife, termina la primera parte uno-cero.

En la segunda, la tónica del partido se mantiene, siendo destacable la actuación del Deportivo, que mantuvo el dominio ejercido en la anterior. Bañón entra constantemente en juego, salvando situaciones muy apuradas. También la zaga se emplea a fondo y a los once minutos se registra una de las jugadas más impresionantes del encuentro. Eusebio adelanta una pelota que envía a López, quien dispara fuerte, rechazando Bañón con apuros. Andrés acude al remate final, pero el meta visitante se le arroja rápido a los pies y logra desviar la pelota a córner. El público puesto en pie aplaude largamente lo presenciado.

Después, a los seis minutos, Peregrino remató de cabeza un tanto inocentemente un pase adelantado de López y más tarde, el mismo jugador lanzó por fuera una pelota fácil a pocos metros de la portería. El juego prosiguió con dominio local y fue entonces, sobre los veinte minutos, cuando el Madrid inició el juego "violento". El Tenerife no respondió. Jugaba siempre con nobleza y a los veintiocho minutos obtenía limpiamente el segundo gol, obra de Molowny, al poner fin con fuerte disparo a una jugada realizada en unión de López. La ovación es enorme, animándose más aún los de casa. Replica el Madrid con un juego no muy propio de un campeón, pero... replica así. Y Clemente hace la primera "caricia" a Eusebio, el mejor jugador sobre la cancha, que el público protesta ruidosamente y en forma muy justificada. Después, el mismo jugador madrileño empujó a Andrés cuando intentaba finalizar una jugada peligrosa, oyéndose justas protestas.

El encuentro es totalmente favorable al Tenerife en los doce últimos minutos, sacando a relucir el Madrid, "su táctica" de "balones fuera". Y el Tenerife, pese a su dominio, no logra marcar, perdiendo López una clara ocasión.

El Deportivo ha hecho un excelente encuentro. Su figura más sobresaliente ha sido el extremo Eusebio, quien siempre creó grandes situaciones de peligro para la meta de Bañón, salvando "el secante" de Huete en casi todas las oportunidades, ganándose por ello merecidas ovaciones.

Como ya hemos dicho, la media fue lo más flojo del once. La zaga fue lo más brillante por líneas. Ella contuvo siempre al Madrid, impidiendo el juego que la vanguardia trató de trenzar y finalizar con disparos a la meta, donde Manolito casi no tuvo intervenciones difíciles.

Ángel Padrón realizó un buen arbitraje, siendo sus decisiones acogidas con aplausos por la justeza de las mismas.